La final de Wimbledon 2025 dejó al mundo del tenis no solo con un nuevo campeón, sino también con una controversia inesperada que ha desatado un debate encendido entre aficionados, expertos y medios internacionales. Carlos Alcaraz, tras una dura derrota frente a Jannik Sinner en las semifinales del torneo, protagonizó una escena inusual al gritar desde su banquillo durante el segundo set: “¡Tiene algo en su bebida!”

Las palabras, dichas con evidente frustración y tensión, fueron dirigidas hacia el jugador italiano, quien mostró un aumento de energía y rendimiento sorprendente en ese tramo del partido. Según testigos en cancha y reporteros presentes, Alcaraz solicitó inmediatamente a los organizadores del torneo, en particular a los representantes de la WTA presentes, que revisaran lo que Sinner estaba consumiendo. Aunque inicialmente fue visto como un gesto de impotencia ante un rival en estado de gracia, la situación tomó otro rumbo horas después, cuando comenzaron a surgir filtraciones sobre lo que realmente ocurrió detrás de cámaras.

¿Qué pasó con la bebida de Sinner?
De acuerdo con fuentes cercanas a la organización de Wimbledon, Alcaraz insistió en que la botella que Sinner utilizaba durante los descansos no era la habitual y que el cambio en su rendimiento fue “demasiado repentino como para no levantar sospechas”. El murmullo entre bastidores fue creciendo, y los oficiales, en un movimiento poco común pero preventivo, procedieron a revisar las botellas y solicitaron una muestra del contenido.
Lo que vino después sorprendió a todos: según informes preliminares filtrados por medios británicos, se encontró una sustancia legal, pero no habitual, en el contenido de la bebida de Sinner. Se trataba de un suplemento aprobado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), pero que no es comúnmente utilizado en partidos de esta categoría debido a su potente efecto estimulante de resistencia.
Alcaraz, directo: “Un truco sigue siendo un truco”
En la rueda de prensa posterior al partido, Carlos Alcaraz, visiblemente molesto y emocionalmente afectado, no esquivó las preguntas:
“Yo respeto a todos mis rivales, especialmente a Jannik, que es un gran jugador. Pero hay momentos en los que te das cuenta de que algo no cuadra. Y hoy, sinceramente, sentí que no era una batalla justa. Un truco sigue siendo un truco, aunque sea legal.”
El comentario encendió aún más las redes sociales y los programas deportivos, donde algunos defendieron la reacción del español como un llamado a la transparencia, mientras que otros lo criticaron por hacer acusaciones sin pruebas definitivas.
Respuesta de Sinner y la WTA
Por su parte, Jannik Sinner se mostró sorprendido por las declaraciones de su colega y aseguró que todo lo que consumió estaba aprobado por su equipo médico y los organismos oficiales.
“No he hecho nada fuera del reglamento. Si Carlos tiene dudas, lo invito a revisar los reportes médicos y nutricionales. Estoy limpio y juego limpio, siempre.”
La WTA emitió un breve comunicado indicando que, aunque no es habitual que se analicen bebidas a mitad de partido, se procedió a hacerlo “por respeto a la integridad del deporte y la preocupación de uno de los jugadores”. También aseguraron que no se encontró ninguna sustancia prohibida, pero que revisarán los protocolos de suplementos permitidos en partidos de alta intensidad.