Elina Svitolina, una de las figuras más queridas del tenis femenino, vivió este fin de semana uno de los momentos más conmovedores de su carrera profesional. Luego de lograr una victoria espectacular en el Abierto de Madrid, la ucraniana no pudo contener las lágrimas al dedicar su triunfo a su esposo, el también tenista profesional Gaël Monfils. En una escena que rápidamente se volvió viral en redes sociales, Svitolina compartió con el mundo un mensaje de amor, gratitud y fuerza, que tocó el corazón de los fanáticos y dejó una huella imborrable en el torneo.

La final del Madrid Open fue una batalla intensa que exigió a Svitolina su mejor nivel. Con determinación y una estrategia impecable, venció a su oponente en sets seguidos, mostrando una solidez mental y física admirable. Pero fue lo que ocurrió después del último punto lo que captó verdaderamente la atención de todos.

Con el trofeo en la mano y los ojos vidriosos, Svitolina tomó el micrófono y, entre sollozos, dedicó unas palabras a Gaël Monfils:
“Es un momento maravilloso para mí. Esta victoria representa muchas cosas, no solo en lo deportivo. Quiero agradecer a mi esposo, Gaël, por ser mi roca, mi apoyo incondicional. No estaría aquí sin él.”

Estas palabras, sencillas pero cargadas de emoción, desataron una ovación del público presente en la Caja Mágica. La pareja, que contrajo matrimonio en 2021 y tuvo su primera hija en 2022, se ha consolidado como una de las más admiradas del circuito. No solo por su talento en la pista, sino también por el vínculo sincero y fuerte que han construido juntos, demostrando que el amor y el deporte pueden caminar de la mano.

Un regreso inspirador

La historia reciente de Elina Svitolina es una de resiliencia y determinación. Tras convertirse en madre, muchos especulaban sobre cómo afectaría ese cambio a su carrera deportiva. Sin embargo, la ucraniana demostró que la maternidad no era un obstáculo, sino una nueva fuente de motivación. Desde su regreso al circuito WTA, ha ido recuperando su forma y confianza, y su título en Madrid representa el punto culminante de ese esfuerzo.

“Volver después de dar a luz fue una montaña rusa emocional. Hubo momentos de duda, de cansancio extremo, pero también de profunda felicidad. Gaël estuvo conmigo en cada paso. Cuando yo no creía en mí, él sí lo hacía. Le debo mucho, y este título es tan suyo como mío”, afirmó Svitolina en la conferencia de prensa posterior.

Reacciones del mundo del tenis

La emoción de Elina Svitolina no pasó desapercibida. Compañeros del circuito, entrenadores y comentaristas elogiaron no solo su desempeño técnico, sino también la humanidad que demostró en su discurso.
La exnúmero uno del mundo, Martina Navratilova, escribió en X (antes Twitter):
“Qué mujer tan increíble es Elina. Verla triunfar como madre, atleta y ser humano es simplemente inspirador. Y qué hermoso homenaje a su esposo.”

Incluso el propio Gaël Monfils reaccionó en redes sociales con un mensaje simple pero contundente:
“Orgulloso de ti siempre. Te amo.”

Más allá del tenis

Lo vivido en Madrid dejó en claro que el deporte, en su máxima expresión, es también un escenario para contar historias humanas. El triunfo de Svitolina es más que una victoria en una cancha: es el símbolo del esfuerzo silencioso, de las noches sin dormir, de las decisiones difíciles, y de una familia que camina junta pese a las adversidades.

En un mundo del deporte donde muchas veces se priorizan los récords y las estadísticas, momentos como este nos recuerdan que detrás de cada atleta hay una persona con emociones, relaciones y batallas invisibles.

Con la mirada al futuro

Elina Svitolina ha vuelto a dejar claro que está lista para competir al más alto nivel, pero también ha marcado un nuevo estándar en cuanto a lo que significa triunfar con gracia y autenticidad. Su victoria en el Abierto de Madrid será recordada no solo por el trofeo, sino por el mensaje de amor y unidad que entregó al mundo.

“Lo que me impulsa ahora no es solo ganar. Es mostrarle a mi hija que puede lograr todo lo que se proponga. Y que el amor verdadero, como el que tengo con Gaël, es un motor poderoso”, concluyó.