Descubierto en Francia un esqueleto de caballo de 200 años de antigüedad sorprende a los arqueólogos
Francia, con su larga y rica historia, siempre ha sido un destino atractivo para los arqueólogos. Los recientes descubrimientos arqueológicos aquí no solo muestran un pasado glorioso, sino que también desvelan secretos que nunca antes se habían revelado. Desde antiguas ruinas subterráneas hasta magníficos monumentos, Francia ofrece constantemente historias fascinantes sobre civilizaciones que existieron hace miles de años. Estos descubrimientos no solo arrojan luz sobre factores históricos importantes, sino que también nos dejan asombrados por la habilidad y el talento de las civilizaciones antiguas.
En mayo de 2024, los arqueólogos franceses descubrieron una tumba de caballos increíblemente única en el centro de Francia. Lo que hace que esta tumba sea tan especial es el misterio que rodea el destino de los caballos que habían fallecido. ¿Fueron víctimas de una guerra brutal o formaban parte de un ritual religioso especial? Los científicos aún buscan la respuesta.
En concreto, en este yacimiento arqueológico se han descubierto los restos de 28 caballos. Curiosamente, todos ellos eran de la misma raza, tenían unos seis años y fueron enterrados inmediatamente después de morir. Estos caballos fueron colocados en fosas separadas tumbados sobre su lado derecho, con la cabeza orientada hacia el sur, una disposición muy singular. Además, cerca de la tumba del caballo, los arqueólogos descubrieron otra tumba que contenía los restos de dos perros con la cabeza orientada hacia el oeste. Esta imagen plantea muchas preguntas. ¿Podría ser un signo de un ritual religioso o parte de un acontecimiento más grande como una guerra sangrienta?
Según los expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas de Francia, la datación por carbono 14 indica que esta tumba data del periodo de las Guerras de las Galias, una fase importante de la conquista romana de la Galia, que duró del 58 a. C. al 50 a. C. Se estima que la tumba del caballo data de alrededor del 100 a. C. al 100 d. C., un periodo lleno de turbulencias.
Lo más llamativo de esta tumba es que sólo se enterraron caballos machos adultos, lo que hace menos probable la hipótesis de una enfermedad animal. Sin embargo, los científicos no han descartado esta posibilidad y continúan con sus investigaciones, examinando minuciosamente los restos en busca de signos de parásitos u otras pruebas que puedan explicar la muerte de los caballos.
Uno de los descubrimientos arqueológicos más impresionantes se ha producido recientemente en la cueva de Grusac, en Dordoña, en el suroeste de Francia. Esta región es famosa por sus pinturas rupestres prehistóricas, como las famosas pinturas de Lascaux. Sin embargo, la característica única de esta cueva es la presencia de grabados de animales y humanos, así como de tumbas humanas que datan de hace más de 25.000 años.
La cueva de Grusac contiene más de 800 grabados únicos. Se cree que estos grabados fueron creados entre 25.000 y 30.000 años atrás, lo que plantea preguntas fascinantes sobre las creencias, costumbres y vidas de las personas de esa época. Dirigido por el profesor Jacques Zober de la Universidad de Burdeos, el equipo internacional de investigación ha pasado más de una década explorando esta cueva.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes fue la presencia de los restos de al menos seis individuos, todos ellos datados de hace entre 25.000 y 30.000 años. Se trata de restos extremadamente raros de antiguos rituales funerarios y, lo que es más importante, fueron enterrados en una cueva que contenía obras de arte, una característica que rara vez se registra en la arqueología.
En el vasto sitio arqueológico de Marais de Sang-Gond, que data del período Neolítico, en el noreste de Francia, los arqueólogos han descubierto recientemente rastros de un asentamiento de largo plazo, lo que proporciona información poco común sobre la organización social de la zona.
El pueblo fue descubierto cuando los arqueólogos descubrieron una zanja utilizada para instalar una cerca en la comuna de Val-de-Maray, a unos 136 kilómetros de París. Según las evaluaciones de los expertos, esta estructura prehistórica rodeaba una colina con una superficie estimada de 1 hectárea. Durante los trabajos arqueológicos se despejó un edificio con un techo abovedado de tipo absidal. Este edificio estaba ubicado cerca de un gran pozo de basura de aproximadamente 20 metros de diámetro y varios pozos.
Los arqueólogos han identificado 15 grandes minas de sílex que cubren una superficie de 440 hectáreas y 135 túneles subterráneos. Además, el equipo descubrió un pequeño objeto ovalado hecho de nácar, con dos agujeros perforados en él, posiblemente un precursor de un botón que data de alrededor de 3300 a 3400 a. C.
El 14 de marzo de 2022, el Ministerio de Cultura francés anunció un descubrimiento arqueológico de gran importancia bajo la catedral de Notre Dame de París. Durante las excavaciones para restaurar el campanario de la catedral, los arqueólogos descubrieron una tumba extraordinaria que contenía un ataúd de plomo con forma de figura humana, sorprendentemente bien conservado. Curiosamente, este ataúd podría ser el lugar de enterramiento de una figura prominente de la antigüedad que se remonta aproximadamente al año 1300 d. C.
Además, durante la excavación se han descubierto fragmentos de una escultura pintada que se cree que data del siglo XIII. Fragmentos de esta escultura se encontraron durante unas obras de restauración a mediados del siglo XIX y ahora se exhiben en el Museo del Louvre.
Un descubrimiento sorprendente ha llamado la atención de la comunidad científica: en una cueva a 200 kilómetros de París se ha encontrado un fragmento de los restos de un bebé. Lo sorprendente es que el fragmento óseo no se parece en nada al de los humanos modernos ni al de los antiguos neandertales, lo que plantea muchas preguntas sin respuesta.
Este descubrimiento no sólo arroja luz sobre parte del misterio de la historia humana, sino que también podría cambiar la forma en que percibimos la relación entre el Homo sapiens y los humanos antiguos. El equipo de investigación dirigido por el paleoantropólogo Bruno Morel de la Universidad de Burdeos y el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia concluyó que este fragmento de hueso podría pertenecer a un linaje de humanos modernos, pero con algunos rasgos no del todo modernos. Algunos investigadores especulan además que este bebé podría haber sido un híbrido entre Homo sapiens y neandertales, con rasgos predominantemente de Homo sapiens.
Los 27 esqueletos de la casa del médico francés Marcel André Henri Félix Petiot
El Dr. Marcel André Henri Félix Petiot, también conocido como “Dr. Satán”, es uno de los criminales más infames y aterradores de la historia francesa. Su casa en París se convirtió en una escalofriante escena del crimen cuando las autoridades descubrieron 27 esqueletos escondidos entre sus paredes. Se creía que las víctimas eran personas que buscaban refugio durante la Segunda Guerra Mundial y a quienes Petiot atraía a su casa con el pretexto de ayudarlos a escapar de la Francia ocupada. En cambio, los asesinaba y se deshacía de sus cuerpos de una manera espantosa.
Este macabro descubrimiento sirve como un sombrío recordatorio de los horrores que se esconden bajo la superficie de incluso las ciudades más históricas. Si bien la arqueología a menudo revela la grandeza de las civilizaciones pasadas, a veces también expone los aspectos más oscuros de la historia humana.
Estos recientes descubrimientos en Francia son nada menos que extraordinarios, pues revelan fascinantes conocimientos sobre la historia humana, los rituales antiguos e incluso los misterios de la evolución. A medida que los arqueólogos continúan excavando más profundamente, ¿quién sabe qué otros secretos aún se esconden bajo el suelo francés?