Lo que empezó como un paseo cualquiera por las calles de Manacor, Mallorca, se convirtió en un momento que ha conmovido a millones de personas alrededor del mundo. El encuentro inesperado entre el legendario tenista Rafael Nadal y un cachorro callejero ha dado de qué hablar, mostrando el lado más humano y sensible del deportista.

Testigos presenciales cuentan que Nadal caminaba tranquilamente por un barrio tranquilo cuando un pequeño cachorro, delgado y desnutrido, comenzó a seguirlo. A pesar de los intentos de Nadal por animarlo a que encontrara su camino, el perrito parecía decidido a quedarse a su lado, moviendo la cola y mirando con ojos suplicantes en busca de cariño.
Al principio, Nadal pareció desconcertado. Se agachó para examinar al cachorro en busca de alguna identificación: un collar, una placa, algo que indicara a quién pertenecía. Pero no encontró nada. Entonces, lo tomó en brazos y preguntó a los vecinos si alguien lo reconocía. Nadie sabía nada.
En lugar de dejarlo allí, Nadal tomó una decisión que ha derretido los corazones en todo el mundo: se llevó al cachorro consigo.
“No quiso dejarlo solo”
Martina López, dueña de una cafetería local y testigo del momento, recordó:
“La mayoría de la gente simplemente habría seguido su camino. Pero Rafa… lo levantó como si fuera su propio hijo. Le hablaba, lo consolaba. Nunca había visto algo tan puro.”
En pocas horas, comenzaron a circular fotos en internet del campeón de 22 Grand Slams cargando al pequeño cachorro, que los fans ya apodan “As” (Ace en inglés). El equipo de Nadal confirmó luego que llevó al perrito a un veterinario local para revisarlo, vacunarlo y buscar un microchip. Los resultados fueron claros: el cachorro estaba solo, sin chip, desnutrido y probablemente abandonado.
De las calles a un refugio seguro
En lugar de entregar al perro a un refugio, Nadal decidió llevárselo a su casa.
En una emotiva publicación en Instagram esa misma noche, Nadal escribió:
“Me siguió como si supiera que no lo iba a dejar solo. Ahora está seguro, bien alimentado y querido. No sé de dónde vino, pero ahora es parte de la familia.”
La publicación se volvió viral rápidamente, acumulando millones de “me gusta” y comentarios de atletas, celebridades y fanáticos. “Este es el tipo de campeón que el mundo necesita,” escribió un usuario. Otro añadió, “Ganar trofeos es una cosa, pero ganar corazones así no tiene precio.”
Un amor de siempre por los animales
Aunque el gesto parezca espontáneo, quienes conocen a Nadal aseguran que es muy típico en él. El tenista siempre ha sido conocido por su amabilidad y cariño hacia los animales. Ya tiene dos perros y con frecuencia se le ve apoyando causas de bienestar animal.
“No solo le importa el tenis,” dijo Carlos Moyá, amigo cercano y entrenador. “Le importan las personas, los animales, la naturaleza. Esto no fue un acto publicitario, fue Rafa siendo Rafa.”
Un mensaje más grande
La historia ha generado una conversación global, no solo sobre la compasión de Nadal, sino también sobre el problema de los animales callejeros en España y en el mundo. Varias organizaciones de derechos de los animales han elogiado la acción de Nadal, usando la atención mediática para pedir regulaciones más estrictas y un mejor apoyo para la adopción.
En respuesta, Nadal prometió donar una parte de la próxima campaña de su fundación a refugios locales en Mallorca y está trabajando con las autoridades para mejorar el sistema de seguimiento de mascotas perdidas.
Los fans quieren saber más de “As”
Desde el rescate, los seguidores han pedido actualizaciones sobre el cachorro. En una publicación posterior, Nadal compartió un video corto del perrito corriendo en su jardín, moviendo la cola lleno de energía. “Se está adaptando muy bien,” escribió Nadal. “¡Es muy rápido y lleno de vida!”
El video alcanzó más de 10 millones de reproducciones en menos de 24 horas. Incluso otros jugadores de tenis comentaron. Roger Federer respondió con un emoji de corazón, mientras Novak Djokovic compartió el video, llamándolo “el momento más hermoso de la semana.”
Una historia que trasciende el deporte
En un mundo dominado por noticias de conflictos y divisiones, este simple acto de bondad de un atleta de clase mundial nos recuerda que la compasión no tiene fronteras.
Para Rafael Nadal, fue simplemente otro día haciendo lo que sentía correcto. Para el resto de nosotros, fue una lección de empatía, lealtad y humanidad.
Y para As… aunque no entienda la fama ni a los millones que lo aclaman, una cosa es segura: ha encontrado su hogar para siempre.