La primera jornada de pruebas de Le Mans para la moto francesa supuso un duro golpe para el paddock. Fabio Quartararo de Yamaha, a bordo de una moto que según se informa incorporará su esperado motor V4, marcó una vuelta sorprendente que rompió el récord del día de pruebas existente. La velocidad transparente mostrada por el francés y el sonido significativamente diferente que emanaba de su monoplaza dejaron atónitos a los espectadores, y a ninguno más que al jefe de Ducati, Gigi Dall’Igna, cuya reacción delató una palpable sensación de incomodidad.

Durante la sesión matinal, Quartararo superó consistentemente los tiempos, mostrando su Yamaha un nivel de velocidad nominal nunca antes visto esta temporada. El crecimiento distintivo del motor V4, un alejamiento de la configuración tradicional de la línea Yamaha, fue inconfundible y un claro indicador de un paso significativo en su unidad de potencia. Según los informes, la vuelta récord, marcada en los minutos finales de la sesión, se adelantó a la competencia, lo que llevó a los aviones de incredulidad a los boxes e incluso a los expertos subiendo a analizar los datos.

Se contó en particular la reacción del equipo Ducati. Gigi Dall’igna, conocido por su comportamiento sereno, estaba visiblemente animado en la pared del hoyo, su habitual aire de confianza parecía reemplazado por un ceño fruncido y discusiones intensas con su personal técnico. Las fuentes sugieren que se escuchó al jefe de Ducati decir algo como “este motor… lo cambia todo”, un tono teñido de una clara aprensión por la nueva competitividad de sus rivales japoneses. El salto inesperado en el rendimiento de Yamaha sin duda ha puesto un freno a las obras dominantes de Ducati.

Las implicaciones del ritmo récord de Quartorarao en la Yamaha con motor V4 son inmensas de cara al Gran Premio de Francia en la parrilla de MotoGP. ¿Ha superado Yamaha finalmente el déficit de potencia que le ha afectado durante las últimas temporadas? ¿Podrá Ducati responder a este desafío inesperado en su terreno? El silencio atónito que siguió al récord del Giro di Quartoraro ha sido reemplazado por una palpable sensación de anticipación y quizás también un toque de miedo dentro de las filas de Ducati. El primer día de pruebas en Le Mans sin duda ha encendido una nueva chispa en la batalla por el campeonato de MotoGP 2025.