¡Se escapa del escándalo! Shakira huye a Miami con sus hijos tras perder la fe en el amor por culpa de Piqué y lanza súplica desesperada a la prensa: “¡Dejen en paz a mis niños!”
La vida de Shakira ha sido un torbellino desde su sonada ruptura con el exfutbolista Gerard Piqué. Lo que alguna vez fue considerado un romance de cuento de hadas entre la superestrella colombiana y el ídolo del FC Barcelona terminó convertido en una auténtica telenovela mediática. Y como si no fuera suficiente con el dolor emocional que una separación conlleva, la presión de los medios en España terminó por empujar a Shakira a tomar una decisión drástica: abandonar Barcelona y comenzar una nueva vida en Miami junto a sus dos hijos, Milan y Sasha.

Lejos de los paparazzi que acechaban su cada movimiento en tierras catalanas, Shakira busca ahora la tranquilidad que tanto ha anhelado. En entrevistas recientes, la cantante ha sido clara y contundente: su prioridad es el bienestar de sus hijos. “Solo quiero que puedan vivir como niños normales”, expresó entre lágrimas en una charla íntima con un medio estadounidense. Esta declaración no solo evidencia el desgaste emocional que ha sufrido, sino también el impacto directo que la fama ha tenido sobre la infancia de sus pequeños.

Ya en 2023, Shakira había alzado la voz públicamente para pedir respeto por la privacidad de Milan y Sasha. Su súplica, dirigida directamente a los paparazzi y medios de comunicación, fue clara: “Por favor, dejen tranquilos a mis hijos. Ellos no eligieron ser figuras públicas, ellos merecen paz.” Sin embargo, sus palabras parecieron caer en oídos sordos, ya que las cámaras siguieron persiguiéndolos incluso en momentos cotidianos, como la salida del colegio o una tarde en el parque.
En cuanto a su vida sentimental, Shakira ha confesado que la ruptura con Piqué dejó cicatrices profundas. “He perdido la fe en el amor”, afirmó con una mezcla de resignación y firmeza. A pesar de ello, no todo está perdido para la artista: mantiene la esperanza en la amistad verdadera y se encuentra completamente volcada en su carrera artística y en el rol de madre protectora. “Mi energía está en mis hijos y en mi música. Ellos me sostienen, ellos me dan fuerza”, señaló.
La mudanza a Miami representa más que un simple cambio de residencia: es un intento por reconstruir una vida lejos del escándalo, una nueva etapa marcada por la sanación y el autocuidado. Aunque los focos seguirán persiguiéndola —es inevitable tratándose de una figura del calibre de Shakira—, ella ha dejado claro que no permitirá que el ruido mediático interfiera más en la vida de sus hijos. Su súplica desesperada no es solo un pedido de privacidad, sino también un grito de dignidad y protección maternal. ¿La escuchará por fin el mundo?