¡Se burló de Caitlin Clark, pero luego pagó por ello! Se burló de Caitlin Clark en televisión nacional y luego la avergonzaron frente a un estadio lleno. Clark recordó cada desaire… y se aseguró de que todo el país también lo hiciera. ¿Qué pasó después? Una revancha imperdible que dejó a los fans sin palabras. (+Video)

El año de debut de Caitlin Clark en la WNBA ha sido todo menos tranquilo. Con expectativas altísimas, una legión de fans leales y un grupo de críticos igualmente enérgicos, cada movimiento de Clark ha sido objeto de escrutinio. Pero un momento en la cancha —y una rivalidad latente— ha desatado recientemente una polémica, y la sorprendente respuesta de Clark a la falta de respeto pública ha dejado boquiabiertos incluso a sus críticos.

Todo comenzó durante un partido de junio entre las Indiana Fever y las Connecticut Sun. Las Sun dominaron esa noche, construyendo una ventaja imponente y finalmente consiguiendo una victoria sin contratiempos por 17 puntos. Clark tuvo una de las peores actuaciones de su joven carrera, anotando solo 10 puntos y repartiendo dos asistencias. Pero el partido se recuerda menos por la actuación de Clark y más por un momento que ocurrió a unos 3,5 minutos del final de la primera mitad.

Mientras Clark se dirigía a la zona y le cometía falta a DiJonai Carrington, una defensora agresiva y agresiva, Carrington respondió de una forma que desató una polémica inmediata. Al sonar el silbato y Clark caminar hacia la línea de tiros libres, Carrington se burló de ella con un gesto exagerado de desplomarse, sugiriendo claramente que Clark había exagerado el contacto. Tanto aficionados como analistas lo notaron. El momento se hizo viral.

Clark, siempre sereno, encestó ambos tiros libres. Pero ahí no acabó la cosa. Más tarde, en la rueda de prensa posterior al partido, el compañero de Carrington, Ty Harris, echó más leña al fuego. Después de que Carrington diera una respuesta directa sobre marcar a Clark, Harris intervino con un comentario no tan sutil: “Es la temporada del cinturón de seguridad”.

La frase, un término coloquial que sugería que Clark había sido completamente desconectada, se popularizó rápidamente en redes sociales. Los aficionados la consideraron una falta de respeto, e incluso algunas veteranas de la WNBA la calificaron de palabrotas innecesarias, sobre todo considerando que Clark solo llevaba 13 partidos en su carrera profesional.

Muchos asumieron que el momento se desvanecería. Después de todo, este era solo un capítulo en la ferozmente competitiva temporada de la WNBA. Pero Caitlin Clark no olvida. Y cuando las Fever se enfrentaron a las Sun semanas después, esta vez en la cancha de Indiana, todo cambió.

Las Fever llegaron a la revancha con algo que demostrar. Habían perdido los tres partidos anteriores contra Connecticut esa temporada. Pero esta vez, Clark tenía el apoyo del público y una cuenta pendiente.

Para hacer las cosas aún más electrizantes, la gimnasta superestrella Simone Biles y el mariscal de campo de los Indianapolis Colts, Anthony Richardson, estuvieron en el edificio, agregando un toque de celebridad al juego tan esperado.

Los primeros minutos fueron tensos. Carrington defendió con firmeza a Clark, dificultando cada toque. Pero a mediados del primer cuarto, Clark dejó clara su postura. Con Carrington presionándola, Clark lanzó un centro potente, retrocedió y encestó un triple largo que enloqueció al público. Fue un destello de brillantez, y un recordatorio de que Clark no se rendiría sin luchar.

El resto del partido fue una partida de ajedrez. Carrington y Clark intercambiaron golpes: canastas, asistencias, paradas defensivas. Pero a medida que avanzaba el partido, Clark se sentía más cómoda. Su alcance característico empezó a brillar, y sus pases electrizaron el ataque. Encontró a Lexie Hull para dos triples cruciales, le dio un pase perfecto a Aaliyah Boston en un pick-and-pop, e incluso orquestó un contraataque impecable con un pase láser a toda la cancha a Kelsey Mitchell.

Al medio tiempo, las Fever iban ganando 51-42.

Pero Carrington y el Sun salieron con todo en el tercer cuarto. Carrington anotó dos canastas consecutivas y luego encestó un triple para recortar la ventaja. Mientras retrocedía en defensa, volvió a burlarse del público de Indiana, silenciándolos tras su tiro.

Gran error.

Clark, conocida por su ímpetu y resiliencia, respondió de inmediato. En la siguiente posesión, aprovechó la distracción de Carrington, la desequilibró y se dirigió directamente a la canasta para un potente remate. Más tarde, encestó un triple profundo sobre Carrington —su segundo del cuarto— y el público estalló en cólera.

Pero el juego no había terminado.

Con las Fever con una ligera ventaja al final del último cuarto, Clark volvió a tomar el control. Se dirigió con fuerza hacia el aro para una canasta clave y luego lanzó un pase cruzado a Lexie Hull para una anotación crucial. Cuando las Sun intentaron responder, la defensa y la gestión del juego de Clark las mantuvieron bajo control.

Las Fever se quedaron con la victoria por 84-80, rompiendo el dominio de Connecticut en la serie de la temporada y encendiendo la celebración de la multitud local.

Tanto Carrington como Clark terminaron con 19 puntos, pero los números no lo contaron todo. Clark tuvo la última palabra: rindió cuando más importaba y lo hizo con la misma calma que se ha convertido en su sello distintivo.

Después del partido, la frustración de Carrington se desbordó, no en la cancha, sino en redes sociales. En una publicación en X (anteriormente Twitter), escribió: “Las Indiana Fever tienen la afición más desagradable de la W”. La reacción fue inmediata. Los aficionados respondieron rápidamente recordándoles que burlarse de una novata, burlarse de su esfuerzo y luego perder en su casa podría no ser la mejor imagen.

“Te burlaste y te fuiste. No seas un mal perdedor”, escribió un fan.

Otro añadió: «Parece que están heridos. Acepten la derrota y sigan adelante».

Para muchos, este juego era más que solo baloncesto. Se trataba de respeto. Y Caitlin Clark, con su juego y aplomo, se lo ganó a pulso.

Esta no será la última vez que Clark y Carrington se enfrenten. La temporada de la WNBA es larga, y los playoffs podrían traer otro encuentro de alto riesgo. Pero una cosa está clara: la próxima vez que alguien piense en burlarse de Caitlin Clark, quizá se lo piense dos veces.

Porque si vas a por la reina, más vale que no falles.

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