La superestrella de la NBA, LeBron James, ha vuelto a estar en el centro de la polémica, esta vez por, según se informa, negarse a usar ropa con temática del Orgullo LGBTQ+ durante un anuncio de Nike. Según fuentes internas, James se negó a participar en un segmento de la campaña publicitaria que implicaba usar ropa con los colores del arcoíris, declarando sin rodeos: «La cancha es para jugar, no para el orgullo progresista».
La declaración ha desatado un revuelo mediático. Mientras algunos aficionados aplauden a LeBron por “mantener el deporte y la política separados”, otros acusan al ícono del baloncesto de ser insensible y estar desconectado de los movimientos inclusivos modernos.
El incidente reportado ocurrió durante una sesión fotográfica a puerta cerrada de Nike a principios de este mes. El anuncio pretendía celebrar la diversidad y la inclusión en todos los deportes, con varios atletas mostrando su apoyo al Mes del Orgullo. Sin embargo, LeBron, según se informa, se opuso a la dirección creativa, afirmando que prefería centrarse en el rendimiento deportivo en lugar de en los mensajes sociales.
“Respeto a todos”, supuestamente le dijo a la tripulación. “Pero estoy aquí para inspirar en la cancha, no para jugar a la política”.
Esta decisión es especialmente sorprendente dado el historial de LeBron de denunciar problemas de justicia social, como el racismo, la brutalidad policial y el derecho al voto. Sin embargo, sus críticos ahora señalan lo que consideran un doble rasero: ¿por qué apoyar unas causas y no otras?
Nike aún no ha emitido un comunicado oficial al respecto, y los representantes de LeBron se han negado a hacer comentarios. Mientras tanto, las redes sociales están repletas de reacciones. Etiquetas como #PlayNotPride y #LeBronBoycott son tendencia en X (anteriormente Twitter), mientras que otros lanzan campañas de apoyo al atleta, elogiando su “valentía para mantenerse firme”.
Un usuario escribió: «Soy gay y apoyo a LeBron. No se puede obligar a la gente a ser activista. Que juegue al baloncesto».
Otro fue menos indulgente: «LeBron habla de justicia, pero se escaquea cuando le resulta inconveniente. Hipocresía en su máxima expresión».
Todavía queda por ver si esto afectará su relación de larga data con Nike, pero una cosa está clara: LeBron James ha vuelto a generar una conversación nacional y no piensa dar marcha atrás.