Rodri ha vuelto a ser protagonista en el mercado de fichajes al rechazar, por segunda vez, una propuesta formal del FC Barcelona. La noticia no solo ha generado un fuerte impacto entre los medios deportivos, sino que también ha dejado a los aficionados culés con una mezcla de frustración y resignación. No es un secreto que el mediocampista del Manchester City siempre ha admirado al conjunto blaugrana, y en más de una ocasión ha expresado públicamente su deseo de vestir algún día la camiseta azulgrana. Sin embargo, la realidad económica del fútbol moderno vuelve a interponerse entre el jugador y su sueño.

En declaraciones recientes a la prensa, Rodri fue claro y directo: “Me encantaría jugar en el Barça algún día, es un club que siempre he seguido y del que tengo grandes recuerdos desde pequeño. Pero no depende solo de mí”. Sus palabras, cargadas de sinceridad, han sido interpretadas como un gesto de apertura, aunque también dejaron claro que su fichaje es prácticamente inviable en este momento. El obstáculo principal no es la voluntad del jugador ni el interés del Barça, sino el alto precio que Manchester City ha fijado para dejarlo salir.

Según fuentes cercanas a la negociación, el club inglés no estaría dispuesto a escuchar ofertas por debajo de los 90 millones de euros, una cifra completamente fuera del alcance del FC Barcelona en su situación financiera actual. A pesar de que la dirección deportiva del Barça considera a Rodri el reemplazo ideal a largo plazo para Sergio Busquets, el club sigue limitado por el fair play financiero de LaLiga y prioriza otras áreas más urgentes para reforzar.

La postura de Manchester City también es comprensible. Rodri es una pieza clave en el esquema de Pep Guardiola, uno de los mediocentros más consistentes del fútbol europeo, y su rendimiento ha sido fundamental en los éxitos recientes del conjunto inglés. Dejarlo salir no solo debilitaría al equipo, sino que también enviaría un mensaje peligroso al resto de los clubes interesados en sus estrellas.

Mientras tanto, el FC Barcelona deberá seguir buscando alternativas en el mercado. Aunque Rodri sigue siendo el gran anhelo de muchos dentro del club, la dirección técnica entiende que insistir en una operación casi imposible podría hacerles perder tiempo valioso. Por ahora, el sueño de ver a Rodri en el Camp Nou tendrá que esperar.

El propio jugador no cierra las puertas a una futura llegada, pero reconoce que “el fútbol es impredecible” y que su compromiso actual está con el Manchester City. Así, mientras la afición del Barça sueña con lo que podría haber sido, Rodri continúa su camino en la Premier League, consolidándose como uno de los mejores del mundo en su posición.