Un descubrimiento asombroso realizado por un equipo de científicos ha revolucionado nuestra comprensión sobre la coloración de los dinosaurios. En un hallazgo sin precedentes, los investigadores han identificado el pigmento rojo más antiguo jamás encontrado, conservado en una pluma de dinosaurio de 130 millones de años. Este descubrimiento ofrece una nueva perspectiva sobre la apariencia de los dinosaurios y cómo podrían haber sido de color.
El pigmento fue hallado en una pluma fósil de un dinosaurio que vivió durante el Cretácico, un período que se extendió entre 145 y 66 millones de años atrás. Lo más impresionante es que este pigmento, denominado “eumelamina”, es el mismo que se encuentra en las plumas de muchas aves modernas, lo que sugiere que los dinosaurios ya poseían una paleta de colores más compleja de lo que se pensaba anteriormente.
El equipo de paleontólogos, dirigido por científicos de la Universidad de Londres y el Museo de Historia Natural, utilizó tecnología avanzada para analizar la pluma fosilizada y detectar los restos de pigmento. La pluma pertenece a un dinosaurio terópodo, un grupo que incluye a los antepasados de las aves actuales. Esta es la primera vez que se detecta este tipo de pigmento en fósiles tan antiguos, lo que abre una nueva ventana al estudio de la biología y estética de los dinosaurios.
Este hallazgo no solo cambia la percepción sobre cómo podrían haber lucido los dinosaurios, sino que también proporciona información crucial sobre la evolución de las plumas. Anteriormente, se pensaba que las plumas de dinosaurios eran principalmente de colores oscuros o neutrales, utilizados para funciones como el camuflaje o el aislamiento térmico. Sin embargo, ahora sabemos que algunos dinosaurios podrían haber tenido colores más vibrantes, como el rojo, que podrían haber tenido un papel en la exhibición o la comunicación.
Además, el descubrimiento refuerza la teoría de que las aves modernas son descendientes directos de los dinosaurios, una hipótesis respaldada por otros hallazgos, como la estructura de las plumas y la morfología ósea.
Este hallazgo abre la puerta a futuras investigaciones sobre los colores y comportamientos de los dinosaurios, y podría llevar a nuevas teorías sobre cómo la coloración jugaba un papel en la vida de estos animales prehistóricos. Los científicos esperan que este tipo de descubrimientos sigan revelando más sobre el mundo visual de los dinosaurios y cómo sus características físicas contribuyeron a su supervivencia y evolución.