El Universo Cinematográfico de Marvel siempre ha prosperado gracias al espectáculo, pero sus próximos arcos narrativos prometen adentrarse en profundidades cósmicas que ni siquiera los fans más apasionados podrían anticipar. En el corazón de esta saga en desarrollo se encuentra Franklin Benjamin Richards, el modesto hijo de Reed y Sue Richards, de los Cuatro Fantásticos. Si bien la elección de Robert Downey Jr. como Doctor Doom ha conmocionado al fandom, la tradición del cómic sugiere que Franklin, con apariencia de niño, ostenta un poder que eclipsa incluso al formidable Victor von Doom. Según la intrincada mitología multiversal de Marvel, Franklin está destinado a convertirse en el “Devorador de Mundos” en el Noveno Cosmos, un título que conlleva un poder imponente y una pesada carga cósmica.

Para quienes no estén familiarizados con los cómics pero les intrigan los recientes avances del MCU, Franklin Richards no es un niño cualquiera. Hijo de dos de los héroes más icónicos de Marvel, es un mutante con un potencial incomparable, imbuido desde su nacimiento del Poder Cósmico, una fuerza famosamente asociada con Galactus, la entidad devoradora de planetas conocida como el Devorador de Mundos. Este poder le otorga a Franklin habilidades que van más allá de la imaginación: manipulación de la realidad, proyección de energía y la capacidad de reconfigurar la existencia misma. A diferencia del Doctor Doom, cuyo intelecto y hechicería lo convierten en un titán terrestre, el potencial de Franklin es de alcance cósmico, lo que lo posiciona como un eje central en la narrativa cíclica de nacimiento, muerte y renacimiento del multiverso Marvel.

El multiverso Marvel opera en un gran ciclo, con cada iteración —denominada Cosmos— experimentando creación y destrucción. Hasta la fecha, han ocurrido ocho de estos ciclos, cada uno marcado por su propio Devorador de Mundos, una figura responsable de facilitar la transición entre cosmos. Los cosmos más tempranos, del Primero al Tercero, carecen de registros detallados de tales entidades, posiblemente porque el concepto de un Devorador aún no había cristalizado. Sin embargo, para el Cuarto Cosmos, los Devoradores Primordiales —arquetipos del bien y del mal— emergieron como los primeros en llevar este manto. El Quinto Cosmos permanece envuelto en misterio, con su Devorador sin nombre. En el Sexto Cosmos, Moridun, un antiguo Hechicero Supremo convertido en Devorador, tomó el nombre de Omnimax. El Séptimo y Octavo Cosmos, donde se desarrolla gran parte de la narrativa actual de Marvel, están dominados por Galan de Taa, mejor conocido como Galactus.

Galactus, una figura venerada y temida a la vez, no es solo un villano, sino una necesidad cósmica. Su función como Devorador consiste en consumir mundos, allanando el camino para la renovación del multiverso. El Octavo Cosmos, una inusual extensión del Séptimo, orquestada por los enigmáticos Beyonders, sigue presentando a Galactus en este rol. Pero el Noveno Cosmos, aún por venir, presagia un cambio radical. Franklin Richards, con el Poder Cósmico fluyendo por sus venas, está a punto de heredar este manto, lo que le ha valido el apodo de “Príncipe Designado”. Si bien podrían surgir otros candidatos si Franklin fallece prematuramente, su singular derecho de nacimiento lo convierte en el principal contendiente.


Este destino, sin embargo, no es una corona sencilla. El rol de Devorador de Mundos es a la vez una gran responsabilidad y una profunda maldición. Exige la destrucción de mundos enteros para asegurar la continuidad del multiverso, una tarea que pesa sobre los elegidos. Galactus, a pesar de su temible reputación, no es inherentemente malévolo; es una fuerza de equilibrio, un jardinero cósmico que poda la existencia para permitir un nuevo crecimiento. El potencial ascenso de Franklin a este rol subraya su extraordinario poder, superando incluso la formidable mezcla de ciencia y hechicería del Doctor Doom. Donde Doom busca dominar, Franklin está destinado a transformar, ejerciendo un poder que podría remodelar la realidad misma.
Para los fans que han seguido los cómics, la importancia de Franklin no es ninguna sorpresa. Sus habilidades se han insinuado en historias donde crea universos de bolsillo o altera la realidad con un pensamiento. Para los recién llegados atraídos por la expansión del MCU, Franklin representa un vistazo tentador al futuro de la franquicia. Con los Cuatro Fantásticos en el centro de atención cinematográfica, su papel como el “Príncipe Designado” promete elevar las apuestas más allá de los conflictos terrenales. El Doctor Doom de Robert Downey Jr. puede cautivar al público con su carisma y amenaza, pero Franklin Richards, el niño destinado a devorar mundos, tiene la clave para el próximo capítulo del multiverso Marvel. Con el Noveno Cosmos a la vuelta de la esquina, todas las miradas estarán puestas en este joven mutante, cuyo poder podría redefinir la esencia misma de la existencia.