Novak Djokovic emociona al mundo con un romántico gesto hacia Jelena: un globo aerostático y un espectáculo celestial en París

En una escena digna de una película romántica, el tenista serbio Novak Djokovic ha dejado sin palabras al mundo entero con un gesto de amor espectacular hacia su esposa, Jelena Djokovic. En pleno cielo de París, Francia, Djokovic alquiló un enorme globo aerostático que llevaba escrita una brillante frase:
“Te amaré por siempre, Jelena Djokovic.”

El majestuoso globo surcó el cielo parisino al atardecer, captando la atención de miles de personas que presenciaban la escena desde tierra firme. Pero el romántico gesto no terminó ahí. Minutos después, el cielo fue iluminado por un espectáculo de fuegos artificiales perfectamente sincronizado, seguido por una coreografía aérea de cientos de drones que formaron un gigantesco corazón flotante sobre la ciudad del amor.

La emotiva sorpresa, que rápidamente se hizo viral en redes sociales, fue organizada por Djokovic con meses de antelación como una celebración privada de su aniversario de bodas con Jelena, su compañera de vida y madre de sus hijos. El tenista quiso rendir homenaje a su esposa con un evento que reflejara no solo el amor que siente por ella, sino también su agradecimiento por su apoyo incondicional a lo largo de su carrera.

Testigos presenciales relataron que Jelena quedó visiblemente emocionada, con lágrimas en los ojos mientras observaba el cielo lleno de luces, drones y sentimientos. Las imágenes del momento fueron compartidas por los asistentes y fanáticos, convirtiéndose en uno de los eventos más comentados del día en plataformas como Instagram, Twitter y TikTok.

“Es el gesto más hermoso que he visto en mi vida,” comentó una espectadora en las redes sociales. “Novak no solo es un campeón en la cancha, también lo es en el amor.”

Este gesto ha demostrado una vez más que Novak Djokovic no solo es uno de los tenistas más grandes de todos los tiempos, sino también un hombre profundamente comprometido con su familia y su esposa. En una era donde muchas relaciones públicas se ven frías y calculadas, el serbio ha mostrado que el amor auténtico sigue siendo el mayor trofeo de todos.