En medio de la celebración del Mes del Orgullo en todo el mundo, Novak Djokovic ha generado una intensa polémica tras declarar públicamente su decisión de no participar ni apoyar los actos relacionados con esta conmemoración. El tenista serbio, ganador de múltiples Grand Slams y figura influyente en el deporte internacional, expresó su postura en redes sociales, afirmando: “El orgullo no se trata de celebrar, sino de estar alerta y rechazar la cultura impuesta a nuestros hijos.”

Estas palabras han sido recibidas con reacciones mixtas. Mientras que algunos seguidores aplauden su valentía por expresar su opinión personal frente a un tema tan mediático, otros lo acusan de intolerancia y falta de respeto hacia la comunidad LGBTQ+. Las declaraciones de Djokovic surgen en un momento de creciente debate sobre la presencia de ideologías de género en la educación y los medios, lo que ha intensificado la controversia.

Djokovic ha enfatizado que su postura no es un ataque personal contra ninguna persona o grupo, sino una defensa de lo que considera valores fundamentales de la familia y la infancia. Según sus palabras, su intención es proteger a los niños de lo que él llama una “agenda ideológica impuesta”, argumentando que los padres deben tener el derecho de decidir qué valores se enseñan a sus hijos.

Los organizadores del Mes del Orgullo y defensores de los derechos LGBTQ+ han respondido con firmeza, señalando que las palabras del tenista alimentan la discriminación y contribuyen a la estigmatización de una comunidad que aún lucha por igualdad y aceptación. Diversas personalidades del deporte y del entretenimiento también han intervenido en el debate, algunos mostrando apoyo a Djokovic y otros expresando su decepción.

Esta no es la primera vez que Djokovic genera controversia por sus opiniones fuera del ámbito deportivo. En el pasado, ya ha sido criticado por sus posturas sobre vacunas y políticas sanitarias. Sin embargo, su figura continúa siendo una de las más influyentes del deporte mundial.

En conclusión, las declaraciones de Novak Djokovic sobre el Mes del Orgullo han reavivado un debate profundo sobre la libertad de expresión, los derechos de los padres, y el respeto a la diversidad. Queda por ver si esta polémica tendrá repercusiones en su carrera profesional o imagen pública, pero lo cierto es que ha puesto nuevamente al deporte en el centro de una conversación global sobre valores y derechos humanos.