Justo cuando se pensaba que el circo mediático ya no podía ser más dramático, Joe Rogan entró al ring con una derrota aplastante sobre Whoopi Goldberg de The View que conmocionó a Hollywood y más allá. ¿La confrontación? Un intercambio explosivo sobre las acusaciones sin fundamento de Whoopi contra el multimillonario Elon Musk, y Rogan no se dejó engañar.

El momento acalorado que sacudió al mundo de los medios
El drama comenzó cuando Whoopi Goldberg, durante un segmento en The View , acusó a Elon Musk de usar su riqueza para manipular las políticas gubernamentales. ¿Pero la verdadera sorpresa? Hizo estas graves acusaciones sin aportar pruebas. Whoopi afirmó con valentía que Elon Musk, a quien describió como un “presidente en ciernes”, conspiraba en secreto con el senador J.D. Vance para tomar el control del gobierno si el expresidente Donald Trump era destituido.
Rogan, siempre contundente, no dudó en reprender a Whoopi por esta acusación infundada. Con su estilo sin tapujos, Rogan abordó el tema en su podcast, criticando duramente a Whoopi por no asumir la responsabilidad del daño que causaron sus palabras. “No se puede decir lo que se quiera, sobre todo en televisión nacional, sin hechos”, argumentó Rogan. “Si se van a hacer afirmaciones tan atrevidas, más vale que se respalden”.
Las consecuencias legales: una demanda que podría cambiarlo todo
Entra Elon Musk, quien no se quedó de brazos cruzados ante los comentarios de Whoopi. A los pocos días de la emisión del segmento de View , Musk presentó una demanda por difamación, acusando a Goldberg de difundir afirmaciones falsas y perjudiciales. La demanda alegaba que las declaraciones de Whoopi no solo empañaron la reputación de Musk, sino que también afectaron las acciones y los acuerdos comerciales de Tesla.
Whoopi, al darse cuenta de la gravedad de la situación, se disculpó entre lágrimas en el tribunal, intentando retractarse de sus declaraciones. Pero Rogan no se lo creyó. Recurrió a su podcast y calificó su crisis emocional de “demasiado poco y demasiado tarde”.
Rogan criticó a Whoopi por usar su fama para evitar consecuencias. La criticó por promover una narrativa peligrosa sin verificar los hechos, especialmente cuando dicha retórica puede afectar significativamente el mercado de valores, las empresas y la percepción pública.
La hipocresía de Whoopi y el doble rasero
Pero la crítica de Rogan no se limitó al colapso de Whoopi en el tribunal. Atacó a The View en su conjunto, calificándolo de “máquina de propaganda envuelta en chismes”. Rogan señaló que el pasado de Whoopi, incluyendo sus elogios a Trump y sus volubles comentarios sobre diversos temas, solo contribuía a la hipocresía que rodeaba sus últimos comentarios.
“Los medios de comunicación toleran a las celebridades porque tienen una gran plataforma”, dijo Rogan. “Pero nadie debería estar exento de responsabilidad, especialmente cuando se trata de hacer afirmaciones imprudentes sobre el sustento de las personas”. También criticó a los medios por defender a Whoopi, afirmando que si una figura conservadora hiciera acusaciones similares sin ninguna prueba, sería castigada.
Vinculando todo a la rendición de cuentas de los medios
Las declaraciones de Rogan ponen de relieve un problema mayor con los medios tradicionales: la falta de rendición de cuentas de las figuras públicas que usan sus plataformas de forma irresponsable. “Si vas a usar tu plataforma para influir en la opinión pública, deberías estar sujeto a los mismos estándares que a los periodistas”, afirmó Rogan, enfatizando que a celebridades como Whoopi no se les debería permitir hacer declaraciones dañinas sin control sin asumir las consecuencias.
Esto representó un desafío directo al funcionamiento de los medios, que priorizan el sensacionalismo sobre la verdad e impulsan narrativas sin verificación de datos ni revisión editorial. Es una llamada de atención tanto para la industria mediática como para su audiencia para que exijan a las figuras públicas un estándar más alto.
Las consecuencias continúan
Tras la demanda, la credibilidad de Whoopi Goldberg ha sido puesta en duda. Según informes, el equipo legal de Elon Musk está preparando un caso masivo, recopilando registros financieros y testimonios periciales para demostrar que las afirmaciones de Whoopi no solo eran falsas, sino también maliciosas. Si el tribunal falla a favor de Musk, Goldberg podría enfrentar millones de dólares en daños y perjuicios, una disculpa pública y posiblemente incluso la dimisión de su puesto en The View .
Para Joe Rogan, no se trata de cancelar Whoopi, sino de responsabilidad. Como él mismo dijo: «Esto no es cultura de la cancelación. Es cultura de las consecuencias».
El panorama más amplio: la rendición de cuentas en los medios de comunicación
La crítica de Rogan a Whoopi Goldberg no se limita a un solo incidente, sino que aborda un problema más amplio: la rendición de cuentas y la responsabilidad de los medios, así como la necesidad de un discurso más honesto. A medida que se calma la situación, la pregunta persiste: ¿Debería permitirse que las figuras públicas hagan acusaciones libremente sin pruebas, o deberían aplicarse graves consecuencias a los comentarios irresponsables?
A medida que esta tormenta mediática continúa desarrollándose, una cosa está clara: la forma en que gestionamos la desinformación y la difamación en el entorno mediático actual será objeto de un escrutinio más riguroso que nunca. La crítica de Rogan a The View ha abierto un debate crucial sobre el estado del periodismo moderno, el papel de las figuras de los medios en la formación de la opinión pública y si deberían estar sujetas a los mismos estándares que aquellos sobre quienes informan.