En una acción impactante que ha captado la atención tanto del mundo político como del entretenimiento, Ashley St. Clair, exnovia del multimillonario Elon Musk, recurrió a las redes sociales para hacer una declaración contundente que ha avivado la ya tensa disputa entre Musk y el presidente Donald Trump. St. Clair, exinfluencer política de 26 años, compartió un mensaje directo en la plataforma X de Musk, etiquetando directamente al presidente: “Hola @realDonaldTrump, escríbeme si necesitas algún consejo para terminar una relación”.
Este comentario, que ya se ha vuelto viral, se hizo pocos días después de la dramática salida de Musk de su puesto como principal asesor de Trump en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Sus consecuencias, que se han prolongado durante varias semanas, han pasado de desacuerdos personales a enfrentamientos públicos, con ambos hombres lanzándose ataques mutuos a través de redes sociales y declaraciones públicas.
Las recientes críticas de Musk a las políticas fiscales de Trump han tensado su relación. El magnate tecnológico ha dejado claro que no está satisfecho con el proyecto de ley “One Big Beautiful Bill” del líder republicano, una amplia medida de recortes de impuestos y gasto que la Cámara de Representantes aprobó en mayo y que ahora se encuentra bajo consideración en el Senado.
Musk, quien había sido uno de los mayores patrocinadores financieros de Trump durante las elecciones presidenciales de 2024, ha acusado al presidente de amenazar la economía estadounidense y aumentar la deuda nacional con esta legislación.
Los sentimientos de traición de Musk se intensificaron cuando publicó un mensaje posterior en X, afirmando: «Sin mí, Trump habría perdido las elecciones». Expresó su frustración por lo que percibió como una falta de gratitud del presidente por su apoyo durante la campaña electoral. Las palabras de Musk han pintado el retrato de una relación profundamente fracturada, que antes se caracterizaba por la admiración mutua y las alianzas políticas estratégicas.
Trump, que no se calla, respondió a las acusaciones de Musk en una publicación en Truth Social, afirmando que su comportamiento se había vuelto cada vez más errático. “Elon se estaba agotando”, escribió Trump. “Le pedí que se fuera, le quité el Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar coches eléctricos que nadie más quería (¡algo que él sabía desde hacía meses que iba a hacer!), ¡y simplemente se volvió LOCO!”
Musk no tardó en refutar la afirmación de Trump, publicando en X: “¡Qué mentira tan obvia! ¡Qué triste!”. La guerra de declaraciones ha continuado, con Trump insistiendo en su afirmación de que los contratos gubernamentales de Musk deberían rescindirse para ahorrar dinero a los contribuyentes. “La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, declaró Trump.
Desde entonces, el presidente se ha jactado del éxito del proyecto de ley de recorte de impuestos y gasto, al que se refirió como “el mejor proyecto de ley jamás presentado al Congreso” y “la mayor reducción de impuestos jamás otorgada”. Pero Musk, que no se acobarda, respondió con un mensaje directo sobre X, anunciando que SpaceX comenzaría a desmantelar su nave espacial Dragon en respuesta a las declaraciones del presidente.
Mientras el drama político se intensifica, el drama personal entre Musk y St. Clair ha dado un giro aún más impactante. St. Clair, quien recientemente reveló ser la madre de Romulus, el hijo de nueve meses de Musk, se ha visto envuelta en una amarga demanda por custodia y paternidad contra el multimillonario.
Según documentos judiciales, Musk supuestamente le ordenó a St. Clair mantener el embarazo en secreto, solo para luego ignorarla durante las negociaciones de manutención infantil.
La demanda, que ha acaparado titulares por sus impactantes detalles, dio un giro dramático a finales de mayo, cuando St. Clair hizo una aparición triunfal fuera de la sala tras una audiencia de dos horas y media. Musk hizo una aparición virtual sorpresa durante el proceso, apareciendo con un traje oscuro junto a su equipo legal.
La demanda, que gira en torno a la paternidad y la manutención de los hijos, ha sido sellada por el tribunal, lo que añade una capa de misterio a la saga en curso.
Las acusaciones de St. Clair, hechas públicas en febrero, avivaron aún más la intriga en torno a su relación con Musk. Afirmó que Musk la contactó por primera vez por mensaje directo en mayo de 2023 y que su hijo, Rómulo, fue concebido a principios de enero de 2024 durante un viaje a San Bartolomé, en el Caribe.
Aunque Musk no ha reconocido públicamente al niño, sus crípticas respuestas con emojis en X han aumentado las especulaciones en torno a su papel como padre.
Para complicar aún más la situación, Musk mantiene una relación con sus hijos, en particular con su hijo X Æ A-Xii, fruto de su anterior relación con la cantante Grimes. Un video viral de principios de este año mostraba a Musk y a Trump en el Despacho Oval, con el hijo de Musk a su lado.
Las imágenes del hijo de Musk y Trump juntos provocaron un gran revuelo en Internet y muchos cuestionaron la idoneidad de involucrar a niños pequeños en compromisos políticos.
A medida que las consecuencias entre Musk y Trump se intensifican, las implicaciones más amplias de la influencia política de Musk se hacen más evidentes. Musk ha sido durante mucho tiempo una figura influyente en la política estadounidense, utilizando su influencia financiera para apoyar a candidatos que se alinean con su visión de futuro.
Sus recientes arrebatos públicos, en particular sus críticas abiertas a las políticas de Trump, han marcado un cambio significativo en la personalidad pública de Musk.
La tensión entre Musk y Trump también pone de relieve las complejidades de la relación de Musk con el Partido Republicano. Si bien Musk ha apoyado a Trump en el pasado, sus comentarios recientes sugieren que su lealtad ya no es un hecho.
Siendo Musk una de las personas más ricas e influyentes del mundo, sus acciones tienen un peso significativo en los círculos políticos y su creciente insatisfacción con Trump podría tener consecuencias duraderas para el futuro político del expresidente.
En conclusión, la disputa pública entre Elon Musk y Donald Trump, sumada al drama legal en curso en torno a la vida personal de Musk, ha creado una narrativa llena de giros inesperados. Mientras los antiguos aliados, ahora adversarios, continúan lanzándose ataques, queda por ver cómo se desarrollará este conflicto.
Con el sorprendente comentario público de Ashley St. Clair, la trama se complica y hay más en juego que nunca. A medida que esta saga continúa desarrollándose, tanto Musk como Trump deben lidiar con sus relaciones fracturadas y su lugar en el cambiante panorama político estadounidense.