Lamine Yamal, una joven estrella prometedora del fútbol español, acaba de asaltar la opinión pública al anunciar su negativa a participar en el orgulloso mes (mes de orgullo) en junio. En una declaración directa e incómoda, el jugador de Barcelona confirmó que no apoyaba el movimiento “Woke” y dijo que los valores que este representante de movimiento no merecía ser honrado en los deportes.

Yamal dijo que no se oponía a ninguna persona sobre la tendencia de género o la elección de la vida, pero que los jugadores y organizaciones deportivas a mostrar apoyo público es lo opuesto a la libertad de vista. Dejó en claro: “No odio a nadie, pero no quiero que me obligue a ponerse un eslogan que no creo. El fútbol es fútbol, no un lugar para imponer ideas políticas o sociales a todos”.

La declaración de Yamal inmediatamente causó una ola de controversia en la comunidad en línea. Algunos fanáticos piensan que Heroic es valiente cuando se atreve a decir sus puntos de vista en un entorno que plantea la “corrección política”. Otros le criticaron la falta de tolerancia y no entendieron la importancia de mostrar apoyo a la comunidad LGBTQ+ en fútbol y deportes en general.

El lado de la FIFA no ha hecho un comentario oficial, pero según algunas fuentes internas, la organización está muy confundida por la declaración de Yamal. En los últimos años, la FIFA y muchos federales importantes de fútbol han promovido activamente campañas para apoyar la diversidad e integración, incluida la organización de eventos en el mes orgulloso y pedirles a los equipos que lleven el capitán de Rainbow como símbolo de apoyar a LGBTQ+.
Sin embargo, este incidente puso a FIFA en una situación incómoda: por un lado, la protección de la libertad de personal y el habla de los jugadores, por otro lado, es el compromiso de promover la igualdad y la antiscriminación. Si la FIFA castiga a Yamal, pueden ser acusados de violar la libertad de libertad; Si están en silencio, pueden considerarse un compromiso con los valores que usaron para apoyar.
Aunque solo tiene 17 años, Lamine Yamal ha demostrado que no solo es un talento en el campo sino también la persona que está dispuesta a enfrentar problemas sociales complejos. Sin embargo, sus acciones también plantearon muchas preguntas sobre los límites entre los deportes y la política, y si los atletas deberían verse obligados a representar movimientos sociales en los que no están de acuerdo. En el contexto de cada vez más presión que requiere que las figuras públicas sean “correctas”, el discurso de Yamal seguramente continuará siendo un tema de debate feroz en el futuro cercano.