Londres, Wimbledon 2025 – Una noticia que ha sacudido los cimientos del tenis mundial fue confirmada en las últimas horas: Roger Federer, considerado por muchos como el tenista más elegante y carismático de todos los tiempos, ha sido elegido oficialmente por Wimbledon como el rostro emblemático del tenis a nivel global.
La organización del torneo británico anunció la decisión en una emotiva ceremonia especial celebrada en el All England Club, destacando el legado, la deportividad y el impacto cultural de Federer dentro y fuera de la cancha. Con ocho títulos en Wimbledon, el suizo ha sido una figura icónica para el torneo y una inspiración para generaciones enteras.

“Roger Federer encarna los valores eternos del tenis: elegancia, respeto, y grandeza. Es y será siempre el símbolo vivo de nuestro deporte”, expresó el director del torneo.
Sin embargo, la elección no estuvo exenta de controversia. Poco después del anuncio, Rafael Nadal, eterno rival y gran amigo de Federer, reaccionó de forma contundente, generando un amplio debate en medios y redes sociales. Según fuentes cercanas, Nadal habría expresado su sorpresa e incomodidad con la designación:
“Todos hemos contribuido a la historia del tenis. Esta decisión parece ignorar la diversidad y la lucha de muchos otros jugadores que también han dejado huella”, habría comentado el español en una conversación con periodistas.
Sus palabras provocaron una tormenta mediática, dividiendo opiniones entre aficionados del tenis. Mientras algunos consideran que Federer merece plenamente el reconocimiento, otros creen que jugadores como Nadal o Djokovic también deberían haber sido considerados como representantes oficiales del deporte.
En respuesta a la polémica, Federer intentó calmar las aguas con un mensaje de humildad:
“Este honor me emociona profundamente, pero no olvido que el tenis es grande gracias a todos los que lo han hecho especial: Rafa, Novak, Serena, y tantos otros.”
La historia continúa desarrollándose, y aunque la decisión de Wimbledon parece definitiva, las reacciones continúan acumulándose. La rivalidad histórica entre Federer y Nadal ha sido siempre símbolo de respeto mutuo, pero este nuevo episodio añade una capa de tensión inesperada.
Wimbledon 2025, que ya venía cargado de emoción, se convierte ahora en escenario no solo de grandes partidos, sino también de debates intensos sobre legado, representación y justicia en el deporte.