En un descubrimiento que podría reescribir la historia de la humanidad, arqueólogos han encontrado una serie de pinturas rupestres en una cueva remota en el suroeste de Francia que parecen sugerir un posible contacto con seres extraterrestres hace miles de años. Estas obras de arte prehistóricas, que datan de hace aproximadamente 15,000 años, han desatado un intenso debate entre los científicos, ya que representan figuras y símbolos que desafían las explicaciones convencionales sobre las culturas antiguas.

Las pinturas, descubiertas en una cueva previamente inexplorada cerca de Lascaux, famosa por sus propios arte rupestre, incluyen imágenes de animales y cazadores típicas de la era paleolítica, pero también algo mucho más inusual: figuras humanoides con cabezas alargadas, ojos grandes y cuerpos estilizados que no se asemejan a los humanos de la época. Algunas de estas figuras parecen estar interactuando con objetos en forma de disco que flotan en el aire, lo que ha llevado a algunos expertos a especular que podrían representar naves espaciales. Además, hay patrones de líneas y puntos que se asemejan a constelaciones, sugiriendo un conocimiento astronómico avanzado para una sociedad de esa era.

El equipo de arqueólogos, liderado por el Dr. Pierre Dubois del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, describió el hallazgo como “extraordinario y desconcertante”. “Estas imágenes no encajan con lo que sabemos sobre las culturas paleolíticas”, afirmó Dubois. “La representación de figuras que no parecen humanas y objetos voladores plantea preguntas que no podemos ignorar. ¿Es posible que nuestros antepasados tuvieran contacto con seres de otro mundo?”

Las pinturas han sido analizadas con técnicas de datación por radiocarbono, confirmando su antigüedad, y los pigmentos utilizados coinciden con los de otras cuevas de la región, descartando la posibilidad de una falsificación moderna. Sin embargo, la comunidad científica está dividida. Mientras que algunos, como la astrobióloga Dra. Elena Vargas de la Universidad de Barcelona, consideran que las imágenes podrían ser evidencia de un encuentro extraterrestre, otros son más escépticos. El Dr. Miguel Torres, historiador de la Universidad Complutense de Madrid, argumenta que las figuras podrían ser representaciones simbólicas de espíritus o deidades, comunes en las creencias de las sociedades antiguas. “No debemos apresurarnos a conclusiones extraterrestres”, advirtió. “Estas pinturas podrían reflejar la imaginación o las creencias espirituales de nuestros antepasados”.

A pesar del escepticismo, las imágenes han capturado la imaginación del público. En las redes sociales, hashtags como #ContactoExtraterrestre y #PinturasRupestresMisteriosas se han vuelto virales, con usuarios compartiendo teorías que van desde visitas alienígenas hasta la posibilidad de que los humanos antiguos tuvieran una conexión cósmica que hemos olvidado. Algunos incluso han relacionado las pinturas con teorías más amplias sobre los “antiguos astronautas”, sugiriendo que los extraterrestres podrían haber influido en el desarrollo de las primeras civilizaciones.

El descubrimiento plantea más preguntas que respuestas. ¿Qué significaban estas figuras para las personas que las pintaron? ¿Son representaciones de seres reales que visitaron la Tierra, o simplemente el producto de una mente creativa que miraba al cielo y soñaba con lo desconocido? Por ahora, el equipo de Dubois planea continuar las excavaciones en la cueva, buscando más pistas que puedan arrojar luz sobre este enigma. También se están realizando análisis más detallados de los símbolos astronómicos, con la esperanza de que puedan estar vinculados a constelaciones conocidas.

Mientras la comunidad científica debate, una cosa es segura: estas antiguas pinturas rupestres han abierto una ventana a un pasado que podría ser mucho más extraño y maravilloso de lo que jamás imaginamos. Si realmente sugieren un contacto extraterrestre, podrían cambiar nuestra comprensión de la historia humana y nuestro lugar en el universo. Este hallazgo, aunque aún envuelto en misterio, nos invita a mirar hacia las estrellas y preguntarnos: ¿estuvimos alguna vez solos?