Roman Reigns, el nombre asociado con la era del “jefe tribal” del poderoso poder de la WWE, sorprendió a la aldea de la lucha libre al anunciar que se retiraría oficialmente el 5 de mayo. Esta información se publicó solo unos días después de que fue el más confiable por su fiel pareja, Paul Heyman, traicionado en Wrestlemania 41, que terminó con una de las alianzas más poderosas y a largo plazo en la historia de WWE moderna.

En la declaración de video publicada en las redes sociales personales, Roman Reigns dijo brevemente: “No quiero continuar”. Sus ojos son emocionales, diferentes de la imagen fría y abrumadora del “jefe tribal” durante los años. Con esa firma afirmación, los fanáticos estaban casi atónitos. Nadie esperaba que una estrella en la cima de su carrera decidiera retirarse tan repentinamente.
Roman Reigns tuvo un viaje respetable en la WWE. Desde el momento en que fue miembro del escudo hasta que se elevó para dominar el escenario como el campeón que no puede ser derrotado durante muchos años, Reigns siempre ha sido el centro de cada foco de atención. La imagen de él caminando al campo de batalla con Paul Heyman, que solía ser un cerebro estratégico para muchas otras leyendas, se ha convertido en un símbolo de poder y dominio.
Sin embargo, todo cambió en WrestleMania 41. En el momento clave del partido, Paul Heyman de repente le dio la espalda a Roman, interviniendo de una manera que beneficia al oponente, lo que hace que Reigns pierda el campeonato. Esa acción de traición no solo lo hizo perder, sino que también como un cuchillo se estrelló contra la confianza y la imagen de que trabajó duro. Para una persona que siempre considera el honor y el poder de ser supremo como los reinados romanos, esa traición es claramente un gran shock.
La decisión de jubilación de Roman hizo que muchas personas se arrepintieran. Aunque hubo muchos años de jugar con anticipación, pero tal vez para él, el viaje del “jefe tribal” ha llegado a su fin. Muchos fanáticos expresaron su tristeza, mientras que otros esperan que esto sea solo parte de una historia más grande, un paso atrás para prepararse para un regreso utópico.
Sin embargo, si esto es realmente un final, entonces Roman Reigns seguirá viviendo para siempre. No solo es un excelente luchador, sino también un símbolo del dominio, donde “reconocerme” se convierte en un dicho clásico. WWE World sería muy diferente sin Roman Reigns: un guerrero, un campeón y ahora una leyenda.