El entrenador Hansi Flick se enfrenta a una ola de feroces críticas de los fanáticos y los medios de comunicación después de no dejar que Ansu Fati juegue un minuto en el reciente partido de Barcelona. Se dice que esta decisión es una penalización por FATI que viole la disciplina interna, discutiendo cómo administrar el equipo del estratega alemán. Según las fuentes, FATI no cumplió con las reglas durante la sesión de entrenamiento, incluida la falta de enfoque y no siguió las tácticas que se propuso. Enfrentando la presión pública, Flick explicó que quería mantener una disciplina estricta para construir un equipo cohesivo, enfatizando que cada jugador debe demostrar su valor para jugar. También dijo que tuvo una conversación franca con Fati sobre su futuro en el club.

Los fanáticos de Barcelona dividieron esta decisión. Algunos apoyan la película, diciendo que la disciplina es necesaria para garantizar la estabilidad, especialmente cuando el equipo está compitiendo en La Liga y la Liga de Campeones. Sin embargo, muchos otros lo criticaron por la impaciencia con Fati, un joven talento que alguna vez consideró el futuro del equipo. El ex jugador Xavi Hernández pidió apoyo a Fati para recuperar su forma, advirtiendo que el castigo podría ser contraproducente. El futuro de Fati en Barcelona es muy precario, con una feroz competencia de jugadores como Lamine Yamal y Raphinha. Los rumores de Fati pueden abandonar el club al final de la temporada, con equipos como Porto y Dortmund. Con el contrato con un período hasta 2027,

La transferencia de FATI será un gran desafío para Barcelona, especialmente en el difícil contexto financiero. Este incidente no solo calentó el debate sobre la gerencia de Flick, sino que también preguntó si Barcelona estaba perdiendo una de las preciosas gemas de la capacitación de La Masia.