El inolvidable nocaut de Márquez a Pacquiao: ¿Suerte o maestría?

El debate sobre quién fue el mejor boxeador de su era a menudo señala a Manny Pacquiao como un ícono indiscutible, pero hay un momento que nadie puede ignorar: el devastador nocaut de Juan Manuel Márquez en 2012 que dejó al filipino en la lona. Ese golpe no fue un accidente ni un “golpe de suerte”; fue la culminación de la genialidad contragolpeadora de Márquez, forjada tras años de disciplina, paciencia y estudio meticuloso de su rival. En su cuarta pelea, en Las Vegas, Márquez demostró por qué es considerado uno de los más grandes técnicos del boxeo.

Pacquiao, con su velocidad y potencia, dominó gran parte de la pelea, pero Márquez, fiel a su estilo, esperó el momento preciso. En el sexto asalto, un derechazo perfectamente sincronizado conectó con la mandíbula de Pacquiao, silenciando a la multitud y marcando un hito en la historia del boxeo. Ese KO no solo terminó la pelea, sino que consolidó a Márquez como un maestro del contragolpe, capaz de derribar a una leyenda en su apogeo. Las redes sociales, como X, aún recuerdan ese instante, con usuarios destacando la precisión quirúrgica del mexicano.

Aunque Pacquiao sigue siendo venerado como uno de los mejores, con títulos en ocho divisiones, ese nocaut sigue siendo un recordatorio de que incluso los gigantes caen. Márquez, con su inteligencia táctica, demostró que la paciencia y la estrategia pueden superar la velocidad y la agresividad. Este momento icónico no solo define la rivalidad entre ambos, sino que también eleva a Márquez al panteón de los inmortales del ring.