Ubicado en los corredores del Museo Egipcio El Cairo, la momia de Yuya-Bisavo del famoso rey Tutankamón Contrata una cautivadora historia de dinastía, poder y misterio que cubre 3.500 años. Como una de las momias de antigüedad mejor preservadas, Yuya no es solo una figura histórica, sino un puente hacia la edad de oro del antiguo Egipto. ¡Únase a nosotros para descubrir el notable legado de este hombre extraordinario!
Yuya, que vivió alrededor del siglo XIV a. C. durante la dinastía XVIII de Egipto, fue una figura poderosa bajo el faraón Amanhotep III. Era el padre de la reina Tiye, esposa de Amenhotep III, y el gran grano de Tutankamón, el rey conocido por sus legendarios tesoros de tumbas. Descubierto en 1905 en Tomb KV46, en el valle de los reyes por el arqueólogo James Quibell, la momia de Yuya, junto con su esposa Tjuyu, ha estado entre las mejor conservadas desde la antigüedad.

La Tumba KV46, aunque menos opulenta que Tutankamón, contenía artefactos valiosos, incluidos joyas, muebles y ataúdes ornamentados, reflejando el alto estatus de Yuya y Tjuyu en la sociedad egipcia. Se cree que Yuya fue un consultor militar y de alto empleado, manteniendo títulos como “Padre de Dios” y “Maestro de caballos”. Su momia, cuidadosamente envuelta en lino y resina, mantiene muchas características faciales, ofreciendo una visión vívida de un hombre que vivía milenios hace.
Hoy, la momia de Yuya se muestra en el Museo Egipcio de El Cairo, atrayendo a millones de visitantes. La tecnología de escaneo moderna ha revelado detalles sobre su proceso de salud y momificación, que muestra las prácticas médicas y funerarias avanzadas del antiguo Egipto. Como bisabuelo Tutankamón, Yuya representa un linaje real que dio forma a la historia de Egipto, convirtiéndolo en una figura esencial en la historia de Kemet.
La momia de Yuya es más que una vieja reliquia: es un portal para el esplendor del antiguo Egipto. Desde la tumba KV46 hasta el centro de atención del Museo Egipcio, su historia continúa deleitándose e inspirando. ¡Visite Yuya y sienta el pulso de un legado de 3.500 años que vive!