En 1990, Mike Tyson enfrentó una de las sorpresas más impactantes en la historia del boxeo cuando fue derrotado por James ‘Buster’ Douglas. La pelea, que tuvo lugar en el Tokyo Dome, vio a Tyson, quien tenía un récord de 37-0 y era el campeón indiscutido de peso pesado, ser noqueado en el décimo asalto por Douglas, quien estaba motivado por la reciente muerte de su madre.

Se informó que Tyson no había estado entrenando seriamente y que ya estaba pensando en una futura pelea con Evander Holyfield, programada para ese verano en Atlantic City. Estos informes parecieron confirmarse cuando Tyson fue derribado en una sesión de entrenamiento por su compañero de entrenamiento de largo tiempo, Greg Page, solo semanas antes del combate.

Imágenes de una cadena de televisión japonesa capturaron el momento en que Tyson fue derribado por Page durante una sesión de entrenamiento abierta. Mientras Tyson avanzaba con un gancho de izquierda, fue golpeado por un derechazo de Page, enviándolo a la lona. Aunque Tyson se levantó rápidamente y se sacudió, la sesión se dio por terminada.

El excampeón mundial de superligero, Tauyoshi Hamada, quien estaba en primera fila, confirmó la caída: “Fue claramente una caída. Lo vi en el gimnasio y también lo vi en la televisión. Fue un gancho derecho a corta distancia”.

Sin embargo, algunos en el gimnasio describieron el incidente como un “resbalón o empujón”. A pesar de esto, el New York Times informó que Tyson volvió a entrenar con Page al día siguiente, pero se retiró después de tres asaltos y decidió tomarse el día libre.

En el momento de la sesión de entrenamiento, Page tenía un récord de 30-8 y se estaba preparando para una pelea con Martis Fleming. Page, un ex campeón mundial de peso pesado de la WBA, tuvo una carrera respetable con victorias notables contra ex campeones mundiales como Tim Witherspoon, James ‘Bonecrusher’ Smith y Gerrie Coetzee. Terminó su carrera con un récord de 58-17-1.

Page volvió a ser noticia al año siguiente cuando abrió un corte profundo sobre el ojo derecho de Tyson durante una sesión de entrenamiento, poco más de dos semanas antes de la pelea de Tyson con Alex Stewart. El corte requirió 48 puntos de sutura y causó que la pelea fuera pospuesta por tres meses.

La derrota ante Douglas fue un punto de inflexión importante en la carrera de Tyson. A pesar de un breve resurgimiento, incluyendo victorias sobre Donovan Ruddock, la carrera de Tyson nunca se recuperó por completo. Su pelea planificada con Holyfield fue pospuesta después de que Tyson fue condenado por violación y sentenciado a seis años de prisión.

Cuando Tyson regresó al boxeo, finalmente enfrentó a Holyfield en 1996. En una sorpresa significativa, Holyfield superó a Tyson y lo detuvo para llevarse el cinturón. Su infame revancha en 1997 vio a Tyson ser descalificado por morder la oreja de Holyfield, marcando un declive adicional en la carrera de Tyson. Tyson nunca ganó otro título mundial después de estos eventos.