En un sorprendente giro de los acontecimientos que ha sacudido al mundo de MotoGP, el seis veces campeón del mundo Marc Márquez habría rechazado una extensión de contrato de 100 millones de euros de Honda, optando en cambio por una decisión que prioriza su pasión por las carreras por sobre la seguridad financiera. La decisión, revelada por la revista española de deportes de motor AS, marca un momento crucial en la brillante carrera de Márquez y subraya su incansable determinación por recuperar su dominio en la pista. Para echar más leña al fuego, el director deportivo de Ducati, Gigi Dall’Igna, intervino con un comentario sucinto pero incisivo de cinco palabras: “El dinero no debería ser un problema”.
La etapa de Márquez en Honda, que duró más de una década, estuvo marcada por un éxito sin precedentes, con seis títulos de MotoGP y un legado como embajador del programa de carreras del fabricante japonés. Sin embargo, los últimos años han estado marcados por dificultades, incluidas graves lesiones y la pérdida de competitividad de Honda frente a la superioridad tecnológica de Ducati. El acuerdo propuesto de cuatro años, por un valor de 25 millones de euros por temporada hasta 2027, habría convertido a Márquez en uno de los pilotos mejor pagados de la historia de MotoGP, eclipsando incluso las ganancias reportadas de Fabio Quartararo de Yamaha. Sin embargo, la decisión de Márquez de renunciar a esta suma de dinero que cambiaría su vida dice mucho sobre sus prioridades.

Fuentes cercanas al piloto apuntan a que la elección de Márquez estuvo motivada por el deseo de competir al más alto nivel en lugar de seguir atado a un proyecto en crisis. Las últimas actuaciones de Honda han sido decepcionantes, con la RC213V incapaz de seguir el ritmo de la Desmosedici de Ducati, que dominó la temporada 2025. Márquez, quien sufrió una lesión en el brazo que alteró su carrera en 2020, ha tenido que lidiar no solo con problemas físicos, sino también con la frustración de andar en una moto no competitiva. Su paso a Gresini Racing con una Ducati de un año de antigüedad en 2024 resultó ser una jugada maestra, que le valió tres victorias en Grandes Premios y un tercer puesto en el campeonato, allanando el camino para su actual carrera en la Ducati de fábrica.
La temporada 2025 vio a Márquez volver a su mejor momento, ganando siete de las ocho carreras, incluidos los cuatro sprints, y manteniendo una ventaja de 17 puntos sobre su hermano Alex Márquez en la clasificación. Su perfecta adaptación a Ducati ha vuelto a encender la chispa que antaño le hizo intocable, y los analistas destacan su capacidad para extraer el máximo rendimiento de la moto. Davide Tardozzi de Ducati elogió esta versión de Márquez como la “más completa”, aunque advirtió que el piloto de 32 años sigue siendo “peligroso” y podría dominar durante otros cuatro o cinco años.
El rechazo de Márquez a la oferta de Honda no estuvo exento de sacrificios. Su contrato actual con Ducati, valorado en unos 5 millones de euros al año, supone un importante recorte salarial. Sin embargo, el enfoque del español en ganar títulos en lugar de acumular riqueza le ha ganado un respeto generalizado. El comentario de Dall’Igna, “El dinero no debería ser un problema”, resume la mentalidad de Márquez, señalando que para un piloto de su calibre, la búsqueda de la victoria supera los incentivos financieros. El jefe de Ducati, consciente de la colosal oferta de Honda, elogió la ambición de Márquez, subrayando que el hambre de éxito del piloto se alinea perfectamente con la filosofía de Ducati orientada al campeonato.
Las implicaciones de la decisión de Márquez van más allá de su trayectoria personal. Su llegada a Ducati ha creado un “equipo de ensueño” junto al dos veces campeón Francesco Bagnaia, preparando el escenario para una feroz rivalidad dentro del equipo en 2025. Si bien Bagnaia ha sido una piedra angular del reciente éxito de Ducati, la experiencia de Márquez y su estilo de conducción agresivo agregan una nueva dinámica al equipo. El director del equipo, Davide Tardozzi, sigue confiando en gestionar el dúo y dice que trabajar con campeones es “muy fácil” en comparación con corredores más jóvenes. Sin embargo, la presión está presente y se espera que ambos pilotos luchen por el título mientras navegan por las complejidades de la dinámica del equipo.
La decisión de Márquez también pone de relieve el panorama cambiante de MotoGP, donde el dominio de Ducati ha obligado a otros fabricantes a repensar sus estrategias. Honda, que en su día fue una potencia, ahora afronta el reto de reconstruirse sin su piloto estrella, mientras que el éxito de Márquez con Ducati es una prueba de la importancia de contar con motos competitivas. Su advertencia de no subestimar a rivales como Aprilia y KTM subraya aún más la naturaleza impredecible del deporte, donde una sola temporada puede cambiarlo todo.
A medida que avance la temporada 2025, todas las miradas estarán puestas en Márquez para ver si puede darle a Ducati su 22ª victoria consecutiva, igualando el récord histórico de Honda. Por ahora, su rechazo al enorme contrato de Honda y los sucintos elogios de Dall’Igna han consolidado la reputación de Márquez como un piloto impulsado por la pasión, no por el salario, en un deporte en el que cada decisión es una apuesta de alto riesgo.