Según los expertos, la tecnología empleada por SpaceX no es sólo un sistema de aterrizaje, sino que ha creado un gran avance en la reutilización de cohetes con casi ningún margen de error.
El punto clave es que debido a que el cohete está fijo en el aire, se puede mantener rápidamente y reutilizar en un corto período de tiempo.
Esto permite reducir los costes operativos y acelerar el proceso de preparación entre misiones. Además, al limitar la necesidad de aterrizajes directos en superficies planas o en el agua, también se garantiza mejor la durabilidad de los componentes.
Después de que SpaceX recuperara con éxito el cohete, las redes sociales se inundaron de videos cortos e imágenes que capturaban el impresionante momento. Muchas personalidades notables, incluido el administrador de la NASA Bill Nelson y el director ejecutivo de Google Sundar Pichai, también utilizaron las redes sociales para felicitar a Elon Musk por el logro revolucionario.
El propio Musk, por su parte, admitió que tenía algunas dudas sobre el éxito de la misión y sólo predijo que la recuperación del cohete tenía “una probabilidad bastante alta” de tener éxito.
El multimillonario estadounidense también compartió abiertamente que muchas personas no creían en su idea de usar un brazo robótico para atrapar un objeto parecido a un edificio de 30 pisos.
“Cuando insinué esa idea, la gente pensó que realmente había perdido la cabeza”, dijo Musk en un video publicado en la plataforma de redes sociales X. “Tal vez sea cierto. Tal vez hubiéramos fracasado. Pero al final, lo logramos”.