En un descubrimiento que ha conmocionado al mundo de la arqueología, un equipo de investigadores ha encontrado una criatura con apariencia de monstruo dentro de una cámara sellada de una pirámide egipcia poco conocida, ubicada cerca de Saqqara. Este hallazgo, reportado el 3 de marzo de 2025, podría reescribir nuestra comprensión de la civilización egipcia antigua y sus creencias sobre el más allá, mientras plantea preguntas inquietantes sobre lo que los faraones podrían haber escondido bajo las arenas del desierto.

La criatura fue descubierta por un equipo internacional de arqueólogos liderado por el Dr. Ahmed Salah, quienes exploraban una pirámide secundaria que data de la Dinastía V, alrededor del 2400 a.C. Según el Dr. Salah, la cámara donde se encontró la criatura había estado sellada herméticamente durante milenios, lo que permitió la preservación de restos orgánicos en un estado sorprendentemente intacto. “Cuando abrimos la cámara, no podíamos creer lo que veíamos”, relató el arqueólogo en una entrevista exclusiva. “Era algo que no pertenece a ningún registro histórico conocido”.

La criatura, descrita como un ser de aproximadamente 1.5 metros de altura, tiene un aspecto que desafía toda lógica biológica: un cuerpo alargado cubierto de escamas, extremidades largas con garras afiladas, y un cráneo con características que recuerdan tanto a un reptil como a un ave. Algunos miembros del equipo han especulado que podría tratarse de una especie desconocida, mientras que otros sugieren que podría ser una representación simbólica creada por los antiguos egipcios. Sin embargo, análisis preliminares de carbono-14 confirman que los restos tienen más de 4,000 años, lo que coincide con la fecha de construcción de la pirámide.

Lo más perturbador del hallazgo son los jeroglíficos que rodean la cámara. Según la egiptóloga Dra. María Torres, los textos describen a la criatura como un “guardián del inframundo”, colocado allí para proteger la tumba de un faraón menor de los intrusos. Los jeroglíficos también hacen referencia a un ritual que involucraba “sangre de los dioses”, lo que ha llevado a teorías de que los egipcios podrían haber intentado algún tipo de experimento o invocación. “¿Es posible que hayan intentado crear o atraer seres de otro mundo?”, se preguntó la Dra. Torres durante una conferencia de prensa.

El descubrimiento ha desatado un frenesí en las redes sociales, con usuarios de X compartiendo teorías que van desde extraterrestres hasta mutaciones genéticas. Algunos incluso han vinculado el hallazgo con mitos egipcios sobre dioses como Anubis y Sobek, quienes a menudo eran representados con rasgos animales. Sin embargo, los científicos advierten que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones. Actualmente, los restos de la criatura están siendo trasladados a un laboratorio en El Cairo para análisis de ADN, que podrían arrojar luz sobre su origen biológico.

Mientras tanto, el gobierno egipcio ha restringido el acceso al sitio, citando preocupaciones de seguridad y la necesidad de proteger el patrimonio cultural. Sin embargo, esto no ha detenido las especulaciones sobre lo que más podría estar escondido dentro de las pirámides de Saqqara. ¿Es esta criatura una prueba de conocimientos científicos avanzados de los egipcios, o simplemente un mito que cobró vida de manera inesperada? ¿Y qué otros secretos podrían estar enterrados bajo las arenas?

A medida que los investigadores profundizan en este enigma, el mundo espera respuestas que podrían cambiar nuestra percepción de la historia antigua. Este hallazgo no solo reaviva el interés por el Antiguo Egipto, sino que también plantea preguntas sobre los límites entre la ciencia, la mitología y lo desconocido. ¡Estén atentos para más actualizaciones sobre esta increíble revelación!