El mundo del boxeo fue arrojado al caos a fines del 13 de julio de 2025, luego de una impresionante controversia posterior a la pelea que ha eclipsado la exitosa defensa del título de peso ligero de WBC de Shakur Stevenson contra William Zepeda. Solo unas horas después de su electrizante combate de 12 rondas en el Louis Armstrong Stadium en Queens, Nueva York, Zepeda lanzó una bomba, revelando públicamente evidencia que afirma que demuestra que Stevenson engañó durante la pelea. El contendiente mexicano alegó que Stevenson susurró algo al árbitro, potencialmente influyendo en el resultado del partido, que terminó con Stevenson ganando por una decisión unánime (118-110, 118-110, 119-109). La acusación ha encendido una tormenta de fuego, dejando a los fanáticos y analistas al límite mientras el deporte lidia con las implicaciones.

La pelea en sí, parte de la tarjeta “Ring III” transmitida en Dazn Pay-Per-View, ya había captado la atención con su choque de estilos. Stevenson, manteniendo su récord perfecto las 24-0 (11 KO), mostró su brillantez técnico, aterrizando 103 de 221 golpes con golpes precisos y uppercuts para asegurar su victoria. Zepeda, anteriormente invicto con 33-0 (27 kos), trajo un ataque implacable, conectando en 93 de 367 golpes, en particular a Stevenson con una mano derecha en la tercera ronda. A pesar de un fuerte comienzo, Zepeda se desvaneció en las rondas posteriores, permitiendo a Stevenson dominar y silenciar a los críticos que habían cuestionado su enfoque defensivo. El combate, que comenzó a las 6 p.m. ET con el anillo principal camina alrededor de las 8:40 p.m. ET, fue aclamado como un escaparate competitivo: hasta la revelación posterior a la pelea de Zepeda cambió la narración.

En una tensa conferencia de prensa celebrada poco después de la medianoche del 14 de julio de 2025, Zepeda, ahora 33-1, presentó su caso con una mezcla de frustración y determinación. Afirmó que durante la octava ronda, Stevenson se inclinó hacia el árbitro Ricky González y susurró algo, lo que sugiere que pudo haber afectado las decisiones del funcionario en intercambios cercanos o posibles deducciones de puntos. “Lo vi que sucedió”, insistió Zepeda, insinuando evidencia de video o grabaciones de audio que planea someterse al Consejo Mundial de Boxeo (WBC) y liberarse públicamente. “Él engañó y tengo la prueba”. La acusación ha levantado las cejas, y algunos especulan que podría implicar una súplica táctica o un intento deliberado de influir en los jueces, aunque no se han confirmado detalles.

Stevenson no perdió el tiempo respondiendo, disparando con una réplica concisa pero cortante que dejó a Zepeda momentáneamente sin palabras. En una breve declaración a los periodistas, el campeón de 27 años dijo: “Probarlo o callarse”. Esas seis palabras afiladas, reveladas con un resplandor de acero, habían sentado la habitación, deteniendo el impulso de Zepeda mientras luchaba por formular una respuesta. El campamento de Stevenson ha etiquetado desde entonces las acusaciones “desesperadas e infundadas”, con su entrenador afirmando que la pelea se ganó de manera justa a través de habilidades y estrategias. El intercambio ha agregado combustible a una rivalidad ya acalorada, convirtiendo un concurso deportivo en una disputa personal que promete dominar los titulares.
La comunidad de boxeo está dividida por las afirmaciones. Algunos fanáticos en las redes sociales, particularmente en X, se han recuperado detrás de Zepeda, exigiendo transparencia y pidiendo una revisión de las imágenes de lucha. Otros desestiman la acusación como uvas agrias de un luchador que no está dispuesto a aceptar su primera pérdida, señalando el claro dominio de Stevenson en las rondas posteriores. El WBC ha reconocido la situación, con un portavoz que indica que una investigación procederá si Zepeda proporciona evidencia creíble. Si se confirma, el susurro podría conducir a sanciones, una revancha o incluso una disputa por el título, aunque tales resultados siguen siendo especulativos sin pruebas.
Para Zepeda, la acusación es una apuesta de alto riesgo. Conocido por su poder noqueado y su estilo agresivo, el joven de 28 años de San Mateo Atenco había estado en la cúspide de la grandeza antes de esta derrota. Un desafío exitoso podría restaurar su reputación y forzar una revancha, pero si su evidencia se queda corto, corre el riesgo de pintarlo como un doloroso perdedor, potencialmente detener su carrera. Stevenson, mientras tanto, enfrenta una prueba de su legado. Ya es una figura polarizante debido a su estilo cauteloso, este escándalo podría solidificar las opiniones de sus detractores o, si emerge ileso, mejorar su narrativa como un campeón resistente.
El misterio del susurro se aunde. ¿Qué dijo Stevenson, si algo, y alteró el resultado de la pelea? Las teorías van desde una solicitud de un descanso hasta un comentario estratégico sobre las tácticas de Zepeda, pero sin la evidencia prometida de Zepeda, esperada para incluir videos o audio, la verdad sigue siendo difícil de alcanzar. El incidente hace eco de las controversias de los árbitros más allá, como el caso Canelo Álvarez 2019, donde las acusaciones de mala conducta provocaron indignación, aunque nunca se probaron completamente.
A medida que se desarrolla la investigación, el centro de atención se intensifica en ambos luchadores. El próximo movimiento de Zepeda determinará si su reclamo tiene peso o se desmorona bajo escrutinio, mientras que la respuesta de Stevenson, tanto dentro como fuera del ring, dará forma a su posición. El mundo del boxeo observa, dividido entre admiración por una pelea emocionante y la incertidumbre de un escándalo que podría redefinir la división liviana. Por ahora, las seis palabras que silenciaron a Zepeda hacían más fuertes que la campana final, dejando el deporte en suspenso.