Un nuevo giro en la controversia que sacude el mundo del deporte: Lia Thomas, la nadadora transgénero que ha provocado un intenso debate sobre la inclusión en las competiciones femeninas, acaba de contraatacar públicamente. En una declaración firme y clara, afirma: “Soy una mujer de verdad” y anuncia que ha presentado una demanda por difamación contra cinco figuras mediáticas y políticas prominentes, a quienes acusa de haber lanzado una campaña de odio y desprestigio en su contra.

Una respuesta firme tras meses de críticas
Desde que ganó varias competiciones universitarias femeninas en Estados Unidos, Lia Thomas se ha convertido en una figura emblemática —y controvertida— del debate sobre los atletas transgéneros en el deporte. Mientras algunos defienden su derecho a competir como mujer, otros la consideran una “amenaza para la equidad” en las competencias femeninas.
En los últimos meses, los ataques contra ella se han intensificado, con comentarios virulentos en su contra en programas de televisión, podcasts e incluso en el Congreso de los Estados Unidos. Personalidades políticas conservadoras, ex atletas y figuras mediáticas la han acusado de “hacer trampa”, “robar medallas de mujeres reales” e incluso de “manipular el sistema para imponerse”.
La demanda: un acto de defensa y desafío
Lia Thomas ha decidido no quedarse callada. Acompañada de sus abogados, ha presentado oficialmente una demanda por difamación en un tribunal federal. Las cinco personas a las que se dirige esta acción legal son: una ex campeona olímpica, un presentador de televisión muy seguido, un senador republicano, una activista feminista anti-trans y un columnista deportivo.
Según los documentos presentados, estas personas habrían “difundido deliberadamente información falsa, engañosa y difamatoria” con el fin de dañar la reputación, dignidad y seguridad personal de Lia Thomas. Las declaraciones citadas incluyen afirmaciones sobre su supuesta superioridad física, insinuaciones sobre su identidad de género y llamados a su exclusión definitiva de todas las competiciones femeninas.
“Soy una mujer de verdad”
En una entrevista exclusiva concedida al medio LGBTQ+ Out & Proud, Lia Thomas declaró:
“Mi identidad no está en debate. Soy una mujer, y lo soy legal, médica y personalmente. No soy un símbolo, soy una persona. Lo que he vivido en los últimos dos años va más allá del deporte: es un ataque contra quién soy”.
Asegura que su objetivo con esta demanda no es silenciar la crítica, sino recordar que la libertad de expresión no justifica la difamación, el odio o la incitación a la violencia.
Reacciones divididas
La demanda de Lia Thomas ha provocado reacciones encontradas. Organizaciones defensoras de los derechos humanos y LGBTQ+ han celebrado su valentía y su iniciativa. “Envía un mensaje fuerte: las personas trans no son blancos de ataques mediáticos”, declaró el director de GLAAD.
En cambio, las figuras demandadas han rechazado las acusaciones. Algunas califican esta acción como un “ataque a la libertad de expresión” y han anunciado que se defenderán vigorosamente en los tribunales.
Un debate lejos de concluir
Este nuevo episodio demuestra que el debate sobre las personas transgénero en el deporte está lejos de resolverse. La demanda de Lia Thomas podría convertirse en un precedente legal importante sobre cómo la sociedad trata a las figuras trans en el ámbito público.
Entre el reconocimiento, la justicia y el conflicto ideológico, el caso de Lia Thomas sigue siendo un tema candente, y promete transformar profundamente la conversación sobre la inclusión en el deporte moderno.