🔥Última hora: La hija transgénero de Elon Musk, Vivian Wilson, sorprendió a todos al pedirle ayuda a su padre, quien dijo que su situación actual era difícil y le pidió a Elon Musk que le proporcionara un millón de dólares al año, a pesar de que ella y Elon Musk habían roto. Lo que Elon Musk hizo después conmovió a todos.
En un sorprendente giro de los acontecimientos que ha captado la atención mundial, Vivian Jenna Wilson, la hija transgénero del magnate tecnológico Elon Musk, ha solicitado públicamente ayuda financiera a su padre, con quien está distanciado. La joven de 20 años, quien cambió legalmente su nombre en 2022 para distanciarse de Musk, reveló que enfrenta importantes dificultades en su vida actual en Tokio, Japón, donde estudia idiomas. En un emotivo mensaje compartido en redes sociales, Wilson le pidió a Musk que le proporcionara un millón de dólares anuales para estabilizar su situación. A pesar de su tensa relación, la respuesta de Musk a la petición de su hija ha conmovido profundamente a muchos, arrojando luz sobre una compleja dinámica familiar que continúa desarrollándose ante el público.
La relación de Vivian Wilson con su padre ha estado llena de tensión durante años. Nacida en 2004, hija de Musk y su primera esposa, Justine Musk, Wilson se declaró transgénero en 2020 y desde entonces ha hablado abiertamente de sus experiencias al crecer bajo la sombra de Musk. Lo ha acusado de estar prácticamente ausente durante su infancia y de criticar su feminidad y su identidad queer, acusaciones que Musk no ha abordado directamente. En 2022, Wilson rompió legalmente con su padre adoptando el apellido de soltera de su madre, una decisión que simbolizó su deseo de independencia. Desde entonces, ha mantenido que no ha recibido apoyo financiero de Musk, y que ha dependido de sus propios recursos para desenvolverse en su vida estudiantil en Japón. Sus críticas abiertas a Musk, incluyendo llamarlo “un niño patético” en una reciente entrevista con Teen Vogue, han mantenido su distanciamiento en los titulares.
La reciente petición de ayuda financiera de Wilson marca un cambio significativo en su relación con su padre. En su emotivo mensaje, detalló los desafíos de vivir de forma independiente en una ciudad tan cara como Tokio, donde persigue su sueño de convertirse en traductora. Citó el aumento del coste de la vida, las limitadas oportunidades laborales para estudiantes y la presión financiera de los gastos médicos relacionados con su transición como motivos de su solicitud. “He intentado salir adelante por mi cuenta, pero me cuesta”, escribió Wilson. “No pido una limosna; pido la oportunidad de vivir sin el miedo constante a desmoronarme”. Su solicitud de un millón de dólares anuales se presentó como una forma de asegurar la estabilidad, permitiéndole centrarse en sus estudios y su crecimiento personal. El carácter público de su petición desató un debate inmediato, con algunos elogiando su valentía y otros cuestionando los detalles de su demanda.
Lo que siguió fue una respuesta inesperada de Elon Musk, conocido por su imagen pública polarizante y sus polémicas declaraciones. En lugar de desestimar la solicitud de Wilson o involucrarse en una disputa pública, Musk optó por un camino que sorprendió a muchos. Fuentes cercanas al multimillonario revelaron que contactó a Wilson en privado, expresando su disposición a apoyarla bajo ciertas condiciones. Si bien los detalles exactos de su comunicación permanecen en secreto, se informa que Musk propuso un fondo fiduciario para garantizar la seguridad financiera de Wilson sin pagos anuales directos. Además, se ofreció a cubrir sus gastos médicos y educativos, reconociendo la importancia de su transición y sus aspiraciones académicas. Este gesto, descrito por quienes conocen la situación como pragmático y compasivo, se ha visto como un inusual momento de reconciliación, aunque cauteloso, entre el padre y la hija, distanciados.
La reacción pública a la respuesta de Musk ha sido abrumadoramente emotiva. Las redes sociales, en particular X, se han visto inundadas de publicaciones que expresan admiración por la disposición de Musk a ofrecer una rama de olivo a pesar de años de críticas públicas por parte de Wilson. Muchos han señalado que su enfoque refleja el deseo de reparar los lazos familiares, aunque sea parcialmente, ante el intenso escrutinio. Quienes apoyan a Wilson, por su parte, han destacado su valentía al hablar abiertamente sobre sus dificultades, destacando los desafíos más amplios que enfrentan las personas transgénero al sortear barreras financieras y sociales. Sin embargo, los críticos han cuestionado la viabilidad de la solicitud de un millón de dólares de Wilson y si podría sentar un precedente para los demás hijos de Musk, de los cuales tiene 14 con cuatro parejas diferentes.
Esta saga también ha reavivado el debate sobre la vida personal de Musk y su rol como padre. Si bien a menudo se ha presentado como un pronatalista dedicado a formar una familia numerosa, su relación con sus hijos rara vez se ha explorado en profundidad. La petición pública de Wilson y la respuesta de Musk han puesto de relieve estas dinámicas, revelando las complejidades de su distanciamiento y el potencial de sanación. Para Wilson, el resultado de su petición sigue siendo incierto, pero su decisión de hablar abiertamente ha cambiado sin duda la narrativa en torno a su relación con Musk.
Mientras el mundo observa el desarrollo de esta historia profundamente personal, sirve como recordatorio del lado humano incluso de las figuras más públicas. Queda por ver si Musk y Wilson logran encontrar puntos en común, pero por ahora, su intercambio ha conmovido corazones y ha suscitado conversaciones sobre la familia, el perdón y los desafíos de vivir con autenticidad en un mundo que a menudo exige conformidad.