Una impactante revelación ha sacudido tanto a científicos como a aficionados del misterio: un grupo de exploradores submarinos afirma haber captado imágenes inéditas de supuestas apariciones fantasmales a bordo del Titanic, el legendario transatlántico hundido en 1912.
La expedición, llevada a cabo por una empresa privada especializada en exploraciones de aguas profundas, utilizó cámaras térmicas e infrarrojas de última generación durante una inmersión reciente a casi 3.800 metros de profundidad en el Atlántico Norte.
Figuras fantasmales entre los pasillos sumergidos
Las imágenes publicadas esta mañana muestran lo que parecen ser siluetas humanas translúcidas moviéndose lentamente por los pasillos de primera clase y el gran comedor del barco. Además, se registró una actividad electromagnética anormal cerca de la sala de máquinas, donde muchos tripulantes perdieron la vida.
“Lo que vimos supera todo lo que podríamos haber imaginado”, declaró la jefa de la expedición, la Dra. Elise Marlow, oceanógrafa y experta en fenómenos inexplicables. “En un momento, incluso captamos una voz susurrando lo que parece ser: ‘Seguimos aquí…’”.
Una comunidad dividida
La noticia ha provocado un fuerte debate entre la comunidad científica y los entusiastas del Titanic. Algunos creen que se trata de una ilusión óptica causada por luces y corrientes submarinas, mientras que otros aseguran que podría tratarse de un fenómeno paranormal real que merece una investigación más profunda.
El historiador marítimo James Corwin advirtió con cautela: “El Titanic es un lugar cargado de tragedia y simbolismo. No es extraño que surjan relatos como este. Sin embargo, estas imágenes sí generan preguntas inquietantes”.
Un documental en camino
Se ha confirmado que el material captado será parte de un documental exclusivo que se estrenará en una reconocida plataforma de streaming en mayo. Contará con el análisis de expertos en lo paranormal, historia marítima y tecnología submarina.
Sea una ilusión o una señal del más allá, una cosa es clara: el Titanic sigue vivo en la memoria… y quizá también en espíritu.