El Real Madrid vuelve a estar en el centro de la polémica tras conocerse que está ejerciendo una fuerte presión sobre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y LaLiga para bloquear el posible fichaje de Luis Díaz por el FC Barcelona. Esta situación recuerda mucho a lo sucedido recientemente con el caso de Nico Williams, cuando también se reportaron movimientos por parte del club merengue para obstaculizar la operación del Barça.

Según fuentes cercanas a la operación, el interés del Barcelona por Luis Díaz se ha intensificado en los últimos días, con negociaciones avanzadas tanto con el jugador como con el Liverpool. El extremo colombiano es una prioridad para el nuevo proyecto del Barça, que busca reforzar su ataque con un perfil veloz, desequilibrante y con experiencia internacional. Sin embargo, la presión externa ha comenzado a generar tensiones.

Desde los despachos del Santiago Bernabéu, se estarían moviendo influencias para frenar el traspaso, alegando supuestas irregularidades financieras del Barça y cuestionando su capacidad para afrontar el fichaje desde el punto de vista económico. Esta maniobra ha sido vista por muchos como un intento del Real Madrid de debilitar la reconstrucción deportiva del eterno rival.

No es la primera vez que el club blanco es acusado de intervenir indirectamente en los movimientos del mercado del Barcelona. En el caso de Nico Williams, jugador del Athletic Club y una de las grandes promesas del fútbol español, también se generó un ambiente de presión mediática y administrativa que terminó por frustrar su llegada al conjunto culé, pese al fuerte interés mostrado desde la dirección deportiva del Barça.

La afición azulgrana ha reaccionado con indignación en redes sociales, acusando al Real Madrid de “juego sucio” y de utilizar su poder institucional para influir en las decisiones de los organismos que rigen el fútbol español. Mientras tanto, desde el entorno del jugador, se asegura que Luis Díaz está dispuesto a vestir la camiseta blaugrana y que su deseo es claro: jugar en el Camp Nou.

LaLiga, por su parte, aún no ha emitido un comunicado oficial sobre esta nueva controversia, aunque se espera que en los próximos días se pronuncie sobre la viabilidad financiera de la operación y si existen o no trabas administrativas que puedan entorpecer el traspaso.

Lo que está claro es que la rivalidad entre Real Madrid y Barcelona no solo se vive en el terreno de juego, sino también en los despachos, donde cada movimiento puede alterar el equilibrio de poder en el fútbol español. La batalla por Luis Díaz promete ser intensa y podría marcar otro capítulo tenso en la ya histórica guerra fría entre los dos gigantes de España.