Un evento que dejó a todos boquiabiertos ocurrió durante el US OPEN, cuando el director ejecutivo de Rolex, Jean-Frédéric Dufour, sorprendió a la afición italiana y a la prensa internacional al negarse a patrocinar el evento. El motivo de esta drástica decisión estuvo relacionado con la solicitud del director ejecutivo del US OPEN de que Jannik Sinner se sometiera a un control antidopaje antes de su partido.
La negativa de Dufour desató una ola de reacciones en todo el mundo, pero fue la respuesta de Sinner la que dejó a todos boquiabiertos. Con una reacción rápida y decidida, el joven talento italiano declaró clara y concisamente: “YO NO SOY ASÍ”. Añadió que, a pesar de haber cometido errores en el pasado que lo obligaron a una suspensión de tres meses de entrenamiento y competición, siempre ha intentado mantenerse fuerte y concentrado, pero lamentablemente, incluso hoy, sigue siendo cuestionado.
La declaración de Sinner conmocionó profundamente a Dufour, quien no esperaba una reacción tan contundente. «No entiendo por qué un talento como él está siendo aplastado», dijo el director ejecutivo de Rolex, visiblemente sorprendido por la respuesta de Sinner.
El incidente ha desatado un intenso debate sobre la confianza en el mundo del deporte y los retos que enfrentan los jóvenes atletas. En un contexto donde la imagen y la reputación son cruciales, muchos se han preguntado si es correcto cuestionar a un talento como Sinner, quien ha demostrado ser un campeón tanto dentro como fuera de la cancha.
Sinner, que conquistó los corazones de los fanáticos italianos y más allá con su extraordinario talento tenístico, ahora enfrenta un nuevo desafío: no solo ganar títulos, sino también demostrar que su integridad como atleta nunca debe ser cuestionada sin evidencia concreta.
Con el mundo en la mira, este asunto podría afectar no solo su futuro, sino también el tratamiento del dopaje en el tenis profesional. Queda por ver si este episodio cambiará la dinámica entre patrocinadores, jugadores y organizaciones deportivas.