El mundo de la Fórmula 1 está viviendo un momento de tensión y expectativa en torno al equipo Alpine, donde los nombres de Jack Doohan, Franco Colapinto y Flavio Briatore dominan las conversaciones. La temporada 2025 apenas ha comenzado, pero ya se percibe un ambiente cargado de presión, ambición y movimientos estratégicos que podrían cambiar el rumbo de la escudería francesa. El Gran Premio de Australia, la primera carrera del año, dejó en evidencia las dificultades de Alpine y, en particular, del piloto australiano Jack Doohan, quien protagonizó un debut accidentado que no ha pasado desapercibido. Mientras tanto, Franco Colapinto, el joven argentino que espera su oportunidad como piloto reserva, se posiciona como una amenaza latente, y Flavio Briatore, el cerebro detrás de las decisiones clave del equipo, parece estar cada vez más cerca de cumplir su objetivo: tener al mejor talento al volante.

El fin de semana en Melbourne fue un reflejo de los retos que enfrenta Alpine en esta nueva temporada. La lluvia complicó las condiciones de la pista en el circuito de Albert Park, y Jack Doohan, en su primera carrera oficial como titular, no pudo completar ni siquiera la primera vuelta. Un error en la quinta curva lo llevó a perder el control de su monoplaza y estrellarse contra los muros, dejando al equipo con un solo piloto en pista: Pierre Gasly. Aunque Gasly mostró un desempeño sólido durante gran parte de la carrera, problemas mecánicos en las últimas vueltas lo relegaron al undécimo lugar, fuera de los puntos. Este resultado decepcionante marcó un inicio gris para Alpine, un equipo que había generado expectativas en la pretemporada pero que ahora enfrenta dudas sobre su alineación y su capacidad para competir en un calendario cada vez más reñido

Doohan, consciente de la magnitud de su error, intentó justificar lo sucedido ante la prensa. “Fue una manera desafortunada de empezar, pero se aprende una lección”, declaró el australiano, admitiendo que aún no comprendía del todo qué había fallado en ese momento crítico. Atribuyó el incidente a posibles factores como la línea blanca de la pista o la temperatura inadecuada de los neumáticos, pero sus palabras no lograron calmar las críticas. Sky Sports F1, uno de los medios más influyentes en el paddock, fue implacable en su análisis: “No califica. También tiene la coartada de la inexperiencia. El problema es que Briatore tiene el número de teléfono móvil de un tal Colapinto…”. Esta frase, cargada de sarcasmo, resume el sentimiento que comienza a circular: el tiempo de Doohan podría estar contándose en carreras, no en temporadas.

Franco Colapinto, por su parte, observa desde el box con una mezcla de paciencia y determinación. El argentino, de apenas 21 años, llegó a Alpine como piloto de reserva tras un paso sorprendente por Williams en 2024, donde dejó destellos de su talento al puntuar en Azerbaiyán y Estados Unidos. Su incorporación al equipo francés fue impulsada por Flavio Briatore, un hombre conocido por su visión estratégica y su habilidad para detectar talento. Desde que Colapinto firmó un contrato multianual con Alpine, los rumores sobre su posible ascenso a un asiento titular no han hecho más que crecer. Su presencia en las primeras carreras del año, como Australia y la próxima en China, alimenta las especulaciones de que está listo para saltar al monoplaza en cuanto se presente la oportunidad.

Briatore, el asesor ejecutivo de Alpine, no oculta su ambición. “No es un buen comienzo de temporada, pero nos mantenemos positivos y esperamos con ansias la próxima semana en China”, escribió en sus redes sociales tras el fiasco en Melbourne. Sin embargo, sus declaraciones públicas van más allá de un simple mensaje de optimismo. En una entrevista reciente con La Gazzetta dello Sport, el italiano dejó claro que la alineación actual no es inamovible: “Actualmente, Franco sigue siendo nuestro tercer piloto porque el equipo oficial está formado por Pierre Gasly y Jack Doohan. Luego veremos qué pasa”. Estas palabras, combinadas con su gesto irónico de mirar el reloj cuando le preguntaron por el futuro de Doohan en Bahréin, sugieren que el australiano está bajo una presión máxima para demostrar su valía.

La relación entre Briatore y Colapinto se ha fortalecido con el tiempo. Desde las pruebas de pretemporada en Barcelona, donde el argentino pilotó un monoplaza de 2023, hasta las imágenes compartidas por el italiano en Instagram, queda claro que ve en él un proyecto a largo plazo. “Franco es uno de los pilotos más importantes para nosotros”, afirmó Briatore en un evento reciente, alimentando las ilusiones de los fanáticos argentinos que sueñan con verlo en la grilla. Además, la llegada de Colapinto ha despertado el interés de patrocinadores sudamericanos, un factor que podría influir en las decisiones del equipo en un deporte donde el dinero y el talento suelen ir de la mano.

Mientras tanto, Jack Doohan enfrenta un escrutinio implacable. Su debut en Abu Dhabi en 2024, como reemplazo de Esteban Ocon, no fue suficiente para consolidar su posición, y las pruebas de pretemporada en Bahréin mostraron una brecha significativa con Gasly, el piloto principal del equipo. Aunque el jefe de Alpine, Oliver Oakes, ha intentado defenderlo públicamente, afirmando que merece “un poco de espacio para ponerse en marcha”, las palabras de Briatore y las expectativas del equipo pintan un panorama diferente. Los rumores en el paddock sugieren que Doohan tiene un contrato que lo asegura solo por las primeras cinco carreras, y si no logra resultados convincentes, su lugar podría ser ocupado por Colapinto tan pronto como en el Gran Premio de Miami.

La presión sobre Doohan no proviene solo de los resultados en pista, sino también del entorno mediático y de los fanáticos. En Argentina, el fenómeno Colapinto ha generado una ola de apoyo que a veces se traduce en críticas hacia el australiano, algo que el mánager del piloto argentino, Jamie Campbell-Walter, ha pedido controlar para evitar dañar la imagen de su protegido. Sin embargo, en el mundo de la Fórmula 1, donde el rendimiento lo es todo, estas dinámicas son inevitables. Johnny Herbert, ex piloto y conocedor de Briatore, lo resumió con claridad: “Si Doohan no supera a Gasly, estará fuera en un parpadeo”.

A medida que se acerca el Gran Premio de China, Alpine se prepara para reagruparse y buscar una recuperación. Gasly, con su experiencia y consistencia, parece tener su lugar asegurado, pero para Doohan, cada carrera es una prueba de fuego. Colapinto, desde las sombras, espera su momento, respaldado por un Briatore que sonríe ante la posibilidad de haber encontrado al piloto que lo acerque a su objetivo: volver a ganar en la Fórmula 1. La puerta está entreabierta, y la presión está en su punto más alto. El próximo capítulo de esta historia se escribirá en la pista, donde los cronómetros y los resultados dictarán el destino de estos protagonistas.