Un concesionario de Tesla en las afueras de Roma se vio envuelto en un gran incendio a principios de esta semana, con al menos 17 autos destruidos y el almacén donde estaban estacionados sufriendo daños importantes.

Hasta el momento, la policía local no ha arrestado a ningún sospechoso ni ha identificado un posible motivo del incidente. Según informes de medios italianos, los investigadores están trabajando en varias teorías, incluyendo un incendio provocado.

Sin embargo, Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y SpaceX, condenó el incidente como un ataque terrorista, vinculándolo con las protestas en curso y los ataques violentos contra las instalaciones y vehículos personales de su compañía automotriz. Si bien la ola de violencia contra Tesla se limitó inicialmente a Estados Unidos, ahora se ha extendido a nivel mundial.

Un concesionario Tesla también fue vandalizado en Berlín el 31 de marzo, cuando activistas del grupo ambientalista Neue Generation pintaron con aerosol la entrada de las instalaciones. Otro concesionario alemán de Tesla, en la ciudad norteña de Verden, fue noticia el fin de semana pasado cuando siete coches fueron incendiados. La investigación del incendio continúa y las autoridades locales se han abstenido de especular sobre su causa.

La semana pasada, el FBI creó un grupo de trabajo para abordar el creciente número de incidentes violentos relacionados con Tesla. En Estados Unidos, la serie de ataques, que incluyen vandalismo e incendios provocados, se ha clasificado oficialmente como “terrorismo doméstico”, advirtió el director del FBI, Kash Patel, quien se comprometió a castigar a los responsables de los incidentes.

“El FBI ha estado investigando el aumento de la actividad violenta contra Tesla y, en los últimos días, hemos tomado medidas adicionales para reprimir y coordinar nuestra respuesta”, escribió Patel en una publicación en X. “Esto es terrorismo doméstico. Los responsables serán perseguidos, arrestados y llevados ante la justicia”.

Musk, que no es ajeno a la controversia, se ha convertido en una figura cada vez más divisiva en los últimos años debido a su estrecha relación con el presidente estadounidense Donald Trump y su trabajo como jefe del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una agencia encargada de recortar el gasto del gobierno estadounidense.

Decenas de ubicaciones relacionadas con Tesla se han visto afectadas por protestas desde enero, y Musk sugiere que la campaña puede ser un esfuerzo coordinado financiado por importantes donantes demócratas, incluido el misterioso multimillonario George Soros.

El presidente Trump ha condenado los ataques, propuesto duros castigos e incluso amenazado con enviar a los condenados a la tristemente célebre prisión de El Salvador para cumplir hasta 20 años.