Aunque no estaban embalsamados, los cuerpos encontrados en las tumbas de la iglesia de la pequeña localidad de Venzone (provincia de Udine, Italia) sorprendieron a muchos científicos al pasar cientos de años sin ser desmembrados.
Así, en 1647, el cuerpo de un hombre fue descubierto accidentalmente en una tumba ubicada en los terrenos de la iglesia de San Andrés en la ciudad de Venzone. Poco después también se encontraron varios otros cuerpos intactos. Lo destacable es que ninguno de ellos se descompuso aunque no fueron momificados.
Según los investigadores, estos cuerpos son extremadamente livianos, la piel se vuelve marrón amarillenta para parecerse al cuero y el peso oscila principalmente entre 10 y 20 kg.
Estos cuerpos no se descompusieron aunque no fueron embalsamados.
Hasta el siglo XX, los investigadores descubrieron un total de 42 cuerpos extraños de este tipo dentro de tumbas de iglesias. Sin embargo, después del terremoto de 1976, el número de estas “momias” se redujo a sólo 15.
El misterio centenario detrás de las ‘momias’ que no se descomponen y pesan sólo unos 20 kg
A diferencia de otros restos, lo que hace que los cuerpos de Venzone sean inusuales y difíciles de explicar es que nunca se descompusieron después de cientos de años. Para descifrar este misterio, los científicos comenzaron a buscar la “clave” que ayudara a estos cuerpos a prevenir el proceso de descomposición natural.
La piel está seca, pero algunos órganos internos de estas “momias” todavía están casi intactos.
Los resultados mostraron que la mayoría de estas “momias” tenían una apariencia similar y que algunos órganos internos del cuerpo aún estaban casi intactos, aunque con muchos cambios. Todas fueron momificadas mediante procesos naturales, pero sigue siendo un misterio por qué las momias de Venzone se conservaron intactas.
A diferencia de la momificación, que utiliza sustancias químicas similares a las utilizadas en Egipto, Perú y México, dicen los investigadores, los métodos de momificación a veces también se basan en la naturaleza.
Este método de momificación muestra que la mayoría de las momias, cuando se encuentran, se “secan” naturalmente y, después de abandonar el lugar del entierro, pueden resistir la descomposición cuando se exponen al aire exterior.
Después de cientos de años, las “momias” de Venzone no se han descompuesto, aunque no fueron momificadas intencionalmente.
Al explicar la momificación natural, los científicos modernos creen que Hypha tombicitia, un hongo parásito, puede haber ayudado a prevenir la descomposición de los cuerpos al deshidratar continuamente los órganos del cuerpo antes de que comenzaran a descomponerse.
Según los expertos, el hongo parásito Hypha tombicitia fue descubierto en algunos cadáveres y apareció en ataúdes de madera. Este hongo crece en las tumbas de las iglesias y deshidrata los cuerpos durante un largo período de tiempo, provocando sequedad en la piel.
Sin embargo, el hongo parásito Hypha tombicitia no es suficiente para confirmar que los cadáveres aquí estén tan perfectamente conservados. Algunos científicos creen que la razón por la que los cuerpos no se descompusieron fue el impacto del suelo de piedra caliza circundante.
Aunque hay muchas sugerencias sobre por qué los cuerpos de Venzone siguen intactos después de cientos de años, esto sigue siendo hasta ahora un misterio sin una respuesta exacta, especialmente en el contexto de la observación del proceso natural de momificación, que aún enfrenta muchas dificultades.