Bajo las serenas aguas del lago Ontario se encuentran dos de los naufragios mejor conservados de la historia marítima: el USS Hamilton y el USS Scourge . Estos barcos, que en su día fueron formidables buques de guerra, sufrieron un destino trágico en la tormentosa noche del 8 de agosto de 1813, durante la Guerra de 1812. Sus tumbas acuáticas, descubiertas más de 160 años después, se han convertido desde entonces en un tesoro para los arqueólogos, que ofrecen información incomparable sobre la historia naval y la conservación submarina.
El trágico hundimiento del Hamilton y el Scourge
La Guerra de 1812 fue escenario de intensas batallas navales en los Grandes Lagos, siendo el lago Ontario un frente crucial. Los Hamilton y Scourge , que en un principio eran buques mercantes , fueron reconvertidos en buques de guerra para la Armada de los Estados Unidos. Estas goletas, armadas con cañones pesados, eran demasiado pesadas en la parte superior y eran inestables, un defecto fatal que sellaría su destino.
En la fatídica noche del 8 de agosto de 1813, una repentina borrasca azotó el lago. Los dos barcos, mal equipados para hacer frente a ese clima, volcaron y se hundieron en cuestión de minutos, llevando a 53 marineros a la muerte. El rápido hundimiento no dejó tiempo para el rescate, convirtiendo las tranquilas aguas del lago Ontario en una escena de tragedia inquietante.


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Descubrimiento de los naufragios


Los restos del Hamilton y el Scourge permanecieron intactos durante más de un siglo hasta 1973, cuando el Dr. Daniel Nelson, dentista y arqueólogo aficionado de St. Catharines, Ontario, los localizó. El descubrimiento, confirmado en 1975, reveló que los barcos descansaban en posición vertical y sorprendentemente intactos a 88 metros por debajo de la superficie del lago.

Lo que distingue a estos naufragios es su estado de conservación. A diferencia de los naufragios típicos de esta época, que a menudo quedan reducidos a fragmentos de madera, el Hamilton y el Scourge aún conservan cubiertas, cañones e incluso alfanjes cruzados intactos.

Los mascarones de proa de los barcos son particularmente llamativos: Hamilton presenta a Diana, la diosa romana de la caza, mientras que Scourge tiene la imagen del almirante británico Nelson, lo que refleja sus orígenes como buques mercantes antes de su captura y conversión en buques de guerra.

Desafíos en la conservación


A pesar de su notable estado, los restos del naufragio se enfrentan a importantes amenazas, principalmente por parte de los mejillones quagga, una especie invasora introducida en los Grandes Lagos por barcos extranjeros. Estos mejillones han colonizado el lecho del lago y los propios restos del naufragio, ocultando detalles de los cascos y los artefactos de los barcos. Con el tiempo, podrían incrustarse y ocultar los restos por completo, complicando los futuros trabajos arqueológicos.

Las aguas frías, oscuras y turbias del lago Ontario también presentan desafíos. Si bien estas condiciones han ralentizado la descomposición, dificultan la exploración y la documentación. Los arqueólogos dependen de tecnologías avanzadas, como el sonar de barrido lateral y los magnetómetros, para cartografiar y estudiar los restos del naufragio sin perturbarlos.

Expediciones e investigaciones arqueológicas
El descubrimiento del Hamilton y el Scourge ha llamado la atención de algunos de los nombres más destacados de la arqueología marina, entre ellos Jacques Cousteau (1980) y Robert Ballard (1990). Cada expedición ha contribuido a aumentar el conocimiento sobre estos barcos.


La expedición de 1982 dirigida por Emory Kristof fue particularmente innovadora. Utilizando equipos fotográficos de última generación, el equipo capturó más de 2000 imágenes de alta calidad de los naufragios, documentando su estado con extraordinario detalle. Estas fotografías siguen siendo inestimables, especialmente porque los mejillones quagga siguen ocultando las características de los barcos. Las expediciones modernas, como las de Parks Canada, han empleado imágenes de sonar para cartografiar los naufragios y recopilar nuevos datos.




Las historias humanas detrás de los naufragios
Entre las historias asociadas a estos naufragios, destaca la de Ned Myers, un marinero a bordo del Scourge que sobrevivió al naufragio y que más tarde relató su desgarradora experiencia. Sus relatos ofrecen una visión conmovedora del coste humano de la guerra naval durante la Guerra de 1812.
Los propios barcos también son testigos mudos de la historia. Sus artefactos, desde cañones hasta mascarones de proa, cuentan historias de la vida a bordo de los buques de guerra, el ingenio de la construcción naval y los peligros a los que se enfrentaban los marineros en tiempos de guerra.

Perspectivas futuras y conservación

Hamilton y Scourge han sido designados Sitios Históricos Nacionales de Canadá, protegidos bajo estrictas normas que prohíben el buceo no autorizado. Los sistemas de monitoreo garantizan su preservación y las colaboraciones constantes entre la ciudad de Hamilton y organizaciones como Parks Canada tienen como objetivo salvaguardar su legado .
Sin embargo, la cuestión de si se deben recuperar los artefactos o dejar intactos los restos del naufragio sigue siendo polémica. La recuperación de los barcos, como se hizo con el Vasa de Suecia o el Mary Rose de Inglaterra , no es factible debido al gran daño que han causado los mejillones quagga. En cambio, existe un creciente interés en construir réplicas de tamaño natural para educar al público sobre estas embarcaciones históricas.

Conclusión
El USS Hamilton y el USS Scourge son más que simples naufragios; son cápsulas del tiempo que preservan un momento de la historia congelado bajo las profundidades del lago Ontario. Su historia es una de tragedia, resiliencia y la importancia perdurable de preservar nuestro patrimonio compartido. A medida que continúan los esfuerzos por proteger estos tesoros submarinos, siguen siendo un testimonio de los sacrificios de los marineros y la rica historia de la guerra naval durante la Guerra de 1812. Estos barcos fantasma, envueltos en misterio e historia, nos invitan a explorar y reflexionar sobre el pasado al tiempo que inspiran a las generaciones futuras a descubrir los secretos de las profundidades.