El mundo del deporte se llenó de emoción esta semana cuando Angel Reese, la estrella destacada de la WNBA e ícono cultural, hizo historia al unirse a la leyenda del tenis Serena Williams como las únicas mujeres en ganar el prestigioso Premio a la Excelencia en el Logro Atlético tres veces. Pero en lugar de una celebración universal, el momento ha provocado una intensa reacción negativa, y algunos usuarios de redes sociales afirman que el premio se otorgó por compasión, no por mérito.

“Le dieron un premio por lástima”, decía un tuit viral, lo que desató un debate acalorado en plataformas como X, Instagram y TikTok. Los críticos argumentan que Reese, si bien es indudablemente talentosa e influyente, no ha tenido una carrera lo suficientemente larga como para compararse con alguien del calibre de Serena Williams. “¿Tres premios? ¿Ya? Es ridículo”, comentó un usuario. “Serena dominó su deporte durante dos décadas. Reese acaba de llegar”.

Pero los seguidores de Reese no tardaron en responder, destacando el impacto cultural, la participación de los aficionados y la influencia revolucionaria que ha tenido en tan poco tiempo. “Angel Reese ha redefinido lo que significa ser una atleta femenina en la era moderna”, dijo la comentarista deportiva Alyssa James. “Desde LSU hasta la WNBA, ha atraído la atención, la energía y los fondos al baloncesto femenino. Eso es más que solo habilidad: es un legado en acción”.

El premio, otorgado anualmente a atletas que demuestran no solo excelencia en su rendimiento, sino también un impacto cultural y social significativo, ha estado históricamente dominado por nombres de larga trayectoria. Que Angel Reese lo haya ganado tres veces antes de cumplir 25 años es algo sin precedentes, y, para algunos, incómodo.
El analista deportivo Darren Callahan lo expresó sin rodeos: «Lo que estamos presenciando no se trata solo de baloncesto. Se trata de un cambio generacional. Angel representa un nuevo tipo de atleta: ruidoso, sin complejos, hipervisible y sin filtros. Hay gente que simplemente no está preparada para eso».
La propia Reese se mostró impasible ante el drama en línea. En una breve declaración tras la ceremonia, dijo: «Esto es para cada niña negra a la que alguna vez le han dicho que es demasiado. No estoy aquí para ser aceptable. Estoy aquí para dominar». La cita se ha vuelto viral y ha sido compartida por celebridades, influencers y atletas por igual.
Mientras tanto, Serena Williams usó las redes sociales para felicitar a Reese, escribiendo: «La historia siempre se repite cuando hay grandeza. Bienvenido al club, Ángel».
Aun así, la controversia continúa. Los comentarios se dividen entre quienes creen que Reese es el legítimo heredero de la grandeza y quienes acusan al comité de premios de politizar e imponer una agenda.
Pero sea admirada o criticada, una cosa está clara: Angel Reese ya no es solo una estrella en ascenso. Es una fuerza, y nos guste o no, está reescribiendo el guion del estrellato deportivo moderno.
Y como lo demuestran los titulares, los hashtags y los acalorados debates, ese tipo de poder es imposible de ignorar.