En una declaración contundente y emotiva, la nadadora transgénero Lia Thomas respondió a sus críticas, reafirmó su identidad y defendió su derecho a competir en deportes femeninos. La atleta de la Universidad de Pensilvania, en el centro de un acalorado debate sobre la inclusión de las personas transgénero en el deporte, dejó clara su postura: «Soy una mujer de verdad y merezco ser tratada con el mismo respeto y dignidad que cualquier otra atleta».

Thomas, quien hizo historia este año al ser la primera atleta abiertamente transgénero en ganar un campeonato nacional de natación femenina de la División I de la NCAA, ha enfrentado intensas críticas y reacciones negativas desde su ascenso a la fama. Los críticos argumentan que su participación en el deporte femenino le otorga una ventaja injusta debido a las diferencias físicas asociadas con su condición de varón al nacer. Sin embargo, Thomas y sus defensores insisten en que cumplió con todas las directrices de la NCAA y los requisitos de terapia hormonal para garantizar una competencia justa.

En su declaración, Thomas abordó directamente las críticas: «He trabajado incansablemente para alcanzar mis sueños, como cualquier otro atleta. Mi identidad como mujer es indiscutible. Estoy orgullosa de quién soy y no permitiré que nadie me lo quite». También enfatizó la importancia de la inclusión en el deporte, afirmando: «El deporte debe ser un lugar donde todas las personas, independientemente de su identidad de género, puedan triunfar y ser reconocidas por su esfuerzo y dedicación».
La trayectoria de Thomas ha generado un debate más amplio sobre la intersección de los derechos de las personas transgénero y el deporte competitivo. Si bien algunos argumentan que su participación socava la integridad del deporte femenino, otros creen que su éxito demuestra el progreso hacia una mayor inclusión y aceptación. Figuras destacadas de la comunidad LGBTQ+ han apoyado a Thomas, elogiando su valentía y resiliencia frente a la adversidad.
La NCAA mantiene su política de permitir que los atletas transgénero compitan según su identidad de género después de al menos un año de terapia hormonal. La organización ha declarado que su objetivo es equilibrar la equidad y la inclusión. Sin embargo, el debate se intensifica a medida que más atletas transgénero cobran protagonismo.
Lia Thomas sigue marcando la diferencia en el mundo de la natación. Su historia nos recuerda los desafíos constantes que enfrentan las personas transgénero en todos los aspectos de la vida. Su inquebrantable confianza y determinación han inspirado a innumerables personas, a la vez que han obligado a la sociedad a afrontar cuestiones difíciles sobre la igualdad, la identidad y el futuro de este deporte.
En sus palabras de cierre, Thomas hizo un llamado a la empatía y la comprensión: «Espero que mi historia ayude a otros a comprender que las personas transgénero son como todos los demás. Tenemos sueños, trabajamos duro y merecemos ser vistas como realmente somos». Sus palabras son un poderoso recordatorio de que la lucha por la aceptación y la igualdad está lejos de terminar, pero con voces como la suya a la cabeza, el progreso está al alcance.