La Fédération Internationale de Motocyclisme (FIM) ha anunciado oficialmente una congelación de motores durante dos años para las temporadas de MotoGP 2025 y 2026. Esta decisión estratégica tiene como objetivo limitar los costos de desarrollo y permitir a los fabricantes cambiar su enfoque hacia la preparación para la nueva serie de regulaciones que se implementarán. entrará en vigor en 2027.

La congelación, acordada por unanimidad por todos los fabricantes, impedirá cualquier cambio en el diseño de los motores durante dos temporadas consecutivas. Según el anuncio, cada equipo deberá presentar sus motores homologados en el Gran Premio de Tailandia de 2025, primera carrera de la temporada de MotoGP, y estos motores permanecerán sellados e idénticos durante todo el año. Además, a cada equipo solo se le asignarán ocho motores para toda la temporada, lo que impone desafíos adicionales en términos de confiabilidad y estrategia.
En particular, Honda y Yamaha, que actualmente se benefician de concesiones debido a sus decepcionantes resultados en las últimas temporadas, están exentas de la congelación. Estos dos fabricantes podrán seguir desarrollando sus motores durante todo el período, a menos que una mejora notable de sus resultados durante las últimas carreras de la temporada actual conduzca a un cambio en su estado de concesión.
La inminente congelación de motores se hace eco de una estrategia similar empleada durante las temporadas 2020 y 2021, cuando la FIM implementó restricciones para frenar el gasto durante la pandemia de COVID-19. En su momento, Yamaha enfrentó polémica tras pedir permiso para modificar los motores de Valentino Rossi y Maverick Viñales por problemas relacionados con las válvulas. Esta medida ha provocado tensiones dentro de la Asociación de Fabricantes (MSMA) y ha puesto de relieve las complejidades de la gestión de los reglamentos técnicos.
La congelación está en línea con el objetivo más amplio del deporte de controlar los costos operativos y promover la igualdad entre los competidores. El comunicado de la FIM destacó que los fabricantes deben utilizar la especificación del motor 2025 para la siguiente temporada, garantizando continuidad y equidad. Sin embargo, el comunicado también deja margen para ajustes relacionados con cuestiones de seguridad o fiabilidad, siempre que dichos cambios no conduzcan a mejoras en el rendimiento. “Se podrán otorgar algunas concesiones con respecto a correcciones de seguridad o confiabilidad, o la indisponibilidad probada de componentes, siempre que no se logre un aumento en el rendimiento”, aclaró la FIM.
De cara a 2027, el panorama técnico de MotoGP experimentará importantes transformaciones. La fórmula actual del motor de 1000 cc será reemplazada por una nueva configuración de 850 cc, junto con limitaciones estrictas en los componentes aerodinámicos y la casi eliminación de los ajustadores de altura de manejo, excepto aquellos utilizados para las salidas de carreras. Estos cambios marcan un cambio hacia carreras más sostenibles, frenando el gasto excesivo y mejorando el equilibrio entre rendimiento y competición.
La congelación del motor ha generado reacciones encontradas en el paddock de MotoGP. Si bien algunos equipos lo ven como una oportunidad para estabilizar los presupuestos de desarrollo y mejorar la paridad, otros expresan preocupación por las limitaciones que impone a la innovación y la competitividad. Además, los equipos privados estarán sujetos a las mismas restricciones que los equipos de fábrica, lo que genera dudas sobre cómo la congelación podría afectar su capacidad para competir al más alto nivel.
En última instancia, esta medida pone de relieve el compromiso de la FIM de gestionar los costes y garantizar la igualdad de condiciones a medida que MotoGP entra en una nueva era. Con solo dos temporadas restantes bajo el marco técnico actual, los fabricantes ahora tienen una ventana limitada para preparar sus motos para los próximos cambios en 2027. La congelación del motor podría llegar a ser un momento crucial, ya que los equipos enfrentan desafíos para mantener la confiabilidad mientras se preparan para una nueva generación de competición de MotoGP.
A medida que se acerca la temporada 2025, todas las miradas estarán puestas en el Gran Premio de Tailandia, donde debutarán los motores homologados. Con cambios técnicos inminentes y restricciones ya establecidas, los fanáticos pueden esperar que las próximas dos temporadas sean una prueba fascinante de estrategia, ingenio de ingeniería y resistencia en el mundo en constante evolución de MotoGP.