La FIFA ha rechazado de manera contundente la transferencia de Laporte, dejando en una situación complicada al Athletic Bilbao y a sus aficionados. El registro del experimentado defensor central no ha sido aprobado por el organismo internacional, generando una ola de sorpresa y frustración entre los seguidores del equipo vasco. Según la información oficial, el motivo detrás de esta negativa radica en un error administrativo por parte de Al Nassr, el club que pretendía incorporar al jugador. Aparentemente, el equipo saudí presentó la documentación necesaria de forma tardía y con errores que no cumplieron con los requisitos establecidos, lo que ha llevado a la FIFA a denegar el traspaso.

Esta decisión ha puesto en el centro de la polémica a todas las partes involucradas, especialmente al Athletic, que se encuentra en una posición incómoda ante la falta de claridad. Ibaigane, una figura clave en la gestión del club, está a la espera de que la FIFA haga oficial su resolución, lo que podría abrir la puerta a nuevas negociaciones o, en el peor de los casos, poner fin definitivo a las aspiraciones de Laporte de cambiar de aires. Sin embargo, la demora en las comunicaciones y la ausencia de un comunicado oficial por parte del Athletic han avivado las críticas entre los hinchas, quienes exigen respuestas inmediatas.

El ridículo que esta situación supone para el club es innegable. Los aficionados, que ya han vivido momentos de incertidumbre en el mercado de fichajes, se sienten traicionados por la falta de transparencia. La tardanza de Al Nassr en cumplir con los plazos y las normas ha sido señalada como el principal culpable, pero el silencio del Athletic ha generado aún más desconcierto. Los seguidores esperaban que el equipo tomara una postura clara, ya sea defendiendo su posición o asumiendo responsabilidades, pero hasta el momento no se ha producido ninguna declaración que calme las aguas.

La situación deja varias preguntas en el aire. ¿Podrá corregirse el error y presentarse una nueva documentación a tiempo? ¿O será este un golpe definitivo para las aspiraciones de Laporte y del Athletic en este mercado? Mientras tanto, la incertidumbre sigue creciendo, y la imagen del club se ve afectada por esta gestión desastrosa. Los hinchas, conocidos por su pasión y lealtad, merecen una explicación detallada, pero el club parece preferir mantener un perfil bajo, lo que solo agrava la decepción. En un momento en el que el equipo necesita estabilidad, este revés podría tener consecuencias a largo plazo, tanto deportivas como en la relación con su afición.