Un nuevo giro en la historia de Ötzi, el hombre de hielo, ha dejado a la comunidad científica y a los historiadores sorprendidos. Tras más de dos décadas de investigaciones, los arqueólogos han logrado descubrir una aterradora verdad sobre el misterioso destino de este hombre que vivió hace más de 5.000 años, en los Alpes de Italia. Las últimas pruebas sugieren que Ötzi no solo fue víctima de la naturaleza, sino también de un ataque humano, desvelando un misterio sin resolver que ha perdurado desde su descubrimiento en 1991.

Ötzi, conocido por ser uno de los cuerpos momificados más antiguos y mejor conservados que jamás se hayan encontrado, fue hallado en el glaciar del Similaun, en los Alpes de Tirol. Durante años, los investigadores han intentado desentrañar las circunstancias de su muerte, obteniendo valiosa información sobre su vida, su salud y su época. Sin embargo, lo que parecía ser una muerte accidental por causas naturales se ha transformado en una historia de violencia, revelada recientemente por un equipo de científicos.

El hallazgo más reciente, basado en un análisis detallado de las lesiones en el cuerpo de Ötzi, ha cambiado radicalmente las conclusiones previas. Se ha confirmado que el hombre de hielo fue atacado violentamente poco antes de su muerte. Una de las revelaciones más sorprendentes es que Ötzi sufrió una herida en la espalda, cerca del hombro, causada por una flecha que penetró profundamente en su cuerpo. Este descubrimiento ha dado lugar a la hipótesis de que el hombre pudo haber sido asesinado en una emboscada, un acto de violencia brutal perpetrado por un atacante desconocido.

La flecha, que fue encontrada cerca del cuerpo de Ötzi, es una prueba clara de que la víctima no solo sufrió una herida mortal, sino que el impacto de la flecha probablemente lo dejó incapaz de defenderse. A partir de las pruebas forenses, se ha determinado que la flecha estaba hecha de una aleación de cobre, lo que indica que Ötzi vivió en una época donde las herramientas de metal ya estaban en uso, aunque aún eran relativamente rudimentarias.

Pero el misterio no termina ahí. Los estudios también han revelado que, antes del ataque mortal, Ötzi tenía otras lesiones, incluidas marcas de golpes en su cabeza y manos, lo que sugiere que pudo haber estado involucrado en algún tipo de confrontación o lucha. Esto ha llevado a algunos arqueólogos a plantear la posibilidad de que Ötzi fuera parte de una confrontación tribal o incluso una disputa personal que culminó en su muerte violenta.

El hecho de que Ötzi fuera encontrado en una región remota, lejos de su grupo o comunidad, añade una capa aún más misteriosa a la historia. ¿Fue un simple accidente o se trató de un acto de venganza o un conflicto territorial? A medida que las investigaciones avanzan, los científicos continúan buscando respuestas a estas preguntas. Las huellas de sangre encontradas en su ropa y equipo de caza sugieren que Ötzi pudo haber intentado huir del ataque o haber estado en una situación de combate antes de ser alcanzado por la flecha.

Este descubrimiento pone en evidencia una parte de la vida de Ötzi que antes se desconocía. Hasta ahora, se pensaba que su muerte había sido consecuencia de una caída o un accidente relacionado con las duras condiciones del entorno alpino. Sin embargo, la nueva evidencia de lesiones provocadas por un ataque humano cambia completamente esta narrativa. La teoría de un asesinato no solo ofrece una visión más compleja de la vida de Ötzi, sino que también revela la violencia que formaba parte de la vida cotidiana en las primeras civilizaciones humanas.

El caso de Ötzi sigue fascinando a los científicos y a quienes estudian la historia de la humanidad. A medida que se continúan llevando a cabo investigaciones sobre los restos y el contexto histórico en el que vivió, nuevas revelaciones sobre su vida y su muerte siguen saliendo a la luz. Lo que inicialmente parecía ser un descubrimiento de importancia arqueológica se ha transformado en un misterio sin resolver, con implicaciones mucho más profundas sobre las tensiones y los conflictos sociales de las primeras sociedades humanas. La aterradora verdad sobre Ötzi, el hombre de hielo, es que su historia no solo es un testimonio de supervivencia, sino también de las sombras de la violencia que acompañaron a nuestros antepasados.