En lo que podría considerarse la decisión disciplinaria más sorprendente en la historia de la WNBA, los funcionarios de la liga suspendieron a la pívot de Phoenix Mercury, Brittney Griner, por dos juegos y le impusieron una asombrosa multa de $150,000 después de una investigación interna sobre presuntos comentarios raciales dirigidos a la sensación novata Caitlin Clark.
El impactante anuncio, confirmado el martes por la noche por una fuente de la liga WNBA bajo condición de anonimato, ha conmocionado al mundo del baloncesto y reavivado el candente debate sobre la identidad, la raza y la deportividad en la liga. Esto no es solo una medida disciplinaria, sino un ajuste de cuentas.
El supuesto incidente
Según varios informes, el incidente ocurrió durante un intenso partido entre las Phoenix Mercury y las Indiana Fever la semana pasada. Fuentes afirman que Griner, visiblemente frustrado durante la segunda mitad del partido, supuestamente murmuró un comentario racista refiriéndose a Clark como una “niña blanca asustada”.
Aunque el comentario no se grabó en la transmisión oficial, los micrófonos de la cancha y los rumores en el vestuario pronto desataron una tormenta de especulaciones. Las imágenes que muestran a Clark visiblemente conmocionado en el banquillo momentos después del supuesto intercambio solo avivaron la controversia.
La WNBA inició una investigación interna tras una denuncia formal presentada por personal de las Fever. Y ahora, las consecuencias son reales y explosivas.
“Se trata de responsabilidad”, dijo un directivo de la liga. “No podemos permitir que las frustraciones personales se manifiesten de maneras que socaven los valores de inclusión, igualdad y respeto”.
Respuesta de la Liga: rápida, firme y sin precedentes
En una medida inusual, la WNBA llevó a cabo una investigación acelerada de cinco días, revisando grabaciones de audio, testimonios de testigos y grabaciones del vestuario. El resultado: Brittney Griner se perderá los próximos dos partidos y pagará una multa de $150,000, la mayor sanción no relacionada con la violencia en la historia de la liga.
En su declaración oficial, la WNBA enfatizó que “la conducta racialmente insensible o divisiva, ya sea verbal o conductual, no será tolerada bajo ninguna circunstancia”.
Respuesta de Brittney Griner: “Fuera de contexto”
El equipo de Griner respondió rápidamente, negando las acusaciones y afirmando que sus palabras fueron “mal escuchadas, malinterpretadas y sensacionalistas”.
“Brittney ha sido una firme defensora de la unidad racial, la justicia de género y los derechos LGBTQ+ durante más de una década”, dijo su publicista. “Nunca haría intencionalmente un comentario despectivo basado en la raza. Esto es un malentendido, simple y llanamente”.
Aun así, la disculpa de Griner —o la falta de ella— no ha sido bien recibida por los críticos. Muchos califican su respuesta de desdeñosa y poco sincera.
“No es momento de publicidad”, dijo la exjugadora de la WNBA Lisa Stevenson. “Es momento de reflexión y responsabilidad. Sobre todo si la liga quiere ser tomada en serio por un público cada vez mayor”.
Caitlin Clark rompe su silencio
Caitlin Clark, quien ha evitado en gran medida el drama fuera de la cancha desde que se unió a las Fever, rompió su silencio a través de las redes sociales.
“Siempre he creído que nos elevamos al ayudar a los demás”, escribió en X. “No entraré en detalles, pero espero que todos podamos tratarnos con la dignidad que este deporte merece”.
La elegante y serena respuesta de Clark se viralizó rápidamente, recibiendo elogios de fans, periodistas e incluso de otros atletas. Su publicación fue compartida más de 75.000 veces en 12 horas.
La reacción de los fanáticos y una liga dividida
La reacción del público a la suspensión ha sido nada menos que volcánica.
Los aficionados de ambos partidos están en guerra abierta en redes sociales. Mientras algunos elogiaron a la WNBA por finalmente “hacer lo correcto”, otros acusaron a la liga de ceder ante la presión política y “dejar en evidencia a una de las suyas”.
“¿Entonces ahora es racista llamar asustado a alguien si es blanco?”, escribió un usuario.
“Por fin, la liga ha llegado a un acuerdo. El respeto debe ser mutuo”, dijo otro.
En todo el país, comentaristas deportivos, presentadores de programas de radio y analistas políticos han intervenido, convirtiendo lo que comenzó como un supuesto insulto desde la banda en un verdadero punto de conflicto cultural.
El panorama más amplio: Una liga en una encrucijada
Esta controversia llega en un momento precario para la WNBA.
Si bien la liga ha experimentado un ascenso meteórico en popularidad gracias en parte a la llegada de Clark y otras nuevas estrellas, también ha sufrido el peso de la división, la política de identidad y los estándares inconsistentes.
Desde protestas por la bandera hasta disputas en los medios, desde supuestas provocaciones raciales hasta disputas en la cancha, la WNBA ha luchado para unificar su mensaje, especialmente cuando ese mensaje parece cambiar dependiendo de quién está en el centro de la controversia.
Ahora, con Griner bajo fuego y Clark elevándose como símbolo de deportividad y profesionalismo, la liga debe enfrentar una verdad incómoda: no puede construir un futuro excusando el pasado.
“No se puede promover el empoderamiento femenino y luego permitir que una mujer menosprecie a otra por su raza”, dijo el analista deportivo Reggie Powell. “Hay que acabar con la doble moral”.
Avanzando: ¿Puede la WNBA sanar?
La WNBA ha prometido entrenamiento de conducta obligatorio para todas las jugadoras y anunció un compromiso renovado con “el diálogo intercultural y los seminarios de unidad en equipo”.
Pero los críticos dicen que eso podría no ser suficiente.
“Necesitamos rendición de cuentas, no solo talleres”, dijo Sheryl Swoopes, miembro del Salón de la Fama. “Somos atletas. Somos líderes. Y ahora mismo, les estamos fallando a nuestros aficionados”.
Muchos aficionados piden ahora una reunión pública entre Griner y Clark, un gesto de reconciliación que podría ayudar a la liga a iniciar el proceso de sanación. Pero, por ahora, no hay indicios de que dicha reunión esté en marcha.

Reflexiones finales: ¿Una liga redefinida?
Independientemente de que lo consideres una corrección necesaria o una extralimitación política, hay algo innegable: la WNBA se encuentra en un punto de inflexión histórico.
Durante años, ha luchado por la relevancia, la justicia y el respeto. Y ahora, lucha contra algo aún más profundo: su propia identidad.
En los próximos días, los jugadores, los fanáticos y los oficiales de la liga tendrán que decidir qué tipo de liga quiere ser la WNBA.
Porque la era del silencio ha terminado.
Y gracias a este escándalo, el mundo entero finalmente está escuchando.