Monday Night Raw acaba de presenciar uno de los momentos más impactantes de la historia reciente de la WWE: Jade Cargill regresó repentinamente tras meses de ausencia, y fue ella quien provocó que Bianca Belair y Naomi perdieran el Campeonato Femenino de Parejas de la WWE. El combate estelar de esa noche fue un tenso enfrentamiento entre Belair y Naomi —la pareja que dominó este título durante 177 días— contra Liv Morgan y Raquel Rodríguez. Los fans esperaban una dramática defensa del cinturón, pero nadie esperaba que el fantasma del pasado de Belair apareciera para cambiarlo todo.
Jade Cargill, quien solía ser la mejor compañera de equipo de Belair antes de ser atacada en noviembre del año pasado, no apareció desde que Naomi la reemplazó para estar al lado de Belair. Ese ataque dejó una serie de preguntas sin respuesta, con muchas dudas sobre Morgan y Rodríguez. Sin embargo, el regreso de Cargill ha aclarado una verdad increíble. Cuando el combate llegaba a su clímax, con Belair preparándose para lanzar la decisión de KOD sobre Rodríguez, la luz en el estadio se encendió repentinamente. La multitud estalló cuando Cargill salió, pero en lugar de apoyar a su excompañera, se abalanzó sobre Belair con una poderosa lanza, dejando atónito a todo el mundo de la lucha libre.
Naomi, aunque intentó intervenir, no escapó a la ira de Cargill. Un rápido Chokeslam la derrotó, dejando el escenario en un caos. Morgan y Rodríguez aprovecharon la oportunidad, terminaron el combate y ganaron el campeonato para sorpresa del público. Tras la batalla, Cargill tomó el micrófono con voz furiosa: “Me traicionaste. Esto es solo el principio”. Esta declaración generó especulaciones sobre si Belair, Naomi o ambas podrían estar detrás de su ataque anterior.
Este evento no solo puso fin a la larga dinastía de Belair y Naomi, sino que también abrió un nuevo capítulo lleno de dramas en la WWE. Con WrestleMania 41 a la vuelta de la esquina, los fans se preguntan si Cargill seguirá su camino de venganza o si se revelará un secreto aún mayor. Una cosa era segura: ella había regresado, y nadie estaba a salvo.