Elon Musk está nuevamente en el centro de la polémica. Mientras su ambicioso proyecto de inteligencia artificial, xAI, pretendía competir con gigantes como OpenAI, Google DeepMind o Anthropic, ahora enfrenta una crisis de gran magnitud: el centro de datos clave del proyecto, apodado internamente como “Dirty Data Center”, se encuentra bajo amenaza de cierre inmediato. La razón: múltiples violaciones ambientales, riesgos sanitarios y crecientes presiones políticas. Si se cierra, todo el ecosistema xAI podría detenerse en seco.

Un centro de datos estratégico para xAI
Ubicado en una zona semiindustrial de Texas, el “Dirty Data Center” alberga decenas de miles de GPUs de última generación, fundamentales para entrenar los modelos de lenguaje de xAI, incluyendo Grok, el chatbot recientemente integrado en X (antes Twitter).
Según The Verge y Bloomberg Tech, el centro consume una cantidad masiva de energía, sobrecargando la red eléctrica local y generando emisiones térmicas potencialmente dañinas. Algunas fuentes indican que Musk habría acelerado la construcción del centro saltándose regulaciones clave.
Advertencias oficiales y riesgo legal
Las autoridades ambientales de Texas (TCEQ) ya han emitido varias notificaciones de incumplimiento. Además, una ONG local ha interpuesto una denuncia por contaminación acústica, luminosa y térmica.
Un experto en impacto ambiental declaró al New York Times:
“Un centro con esta cantidad de GPUs funcionando 24/7 necesita un sistema de refrigeración inmenso. Si ese sistema no está bajo control, se convierte en una bomba ecológica.”
La posibilidad de un cierre temporal o incluso definitivo del centro está sobre la mesa, con una decisión esperada en las próximas semanas.
Golpe directo a Grok y a X
Si el centro de datos cierra, las consecuencias serían devastadoras para xAI. Se estima que este sitio proporciona más del 80 % de la potencia de procesamiento utilizada por xAI. Un paro implicaría la suspensión del entrenamiento de modelos, retrasos en actualizaciones de Grok o incluso fallas en el servicio para usuarios premium de X.
Además, según fuentes internas, varios contratos comerciales con clientes corporativos también podrían verse comprometidos.
Elon Musk en silencio… por ahora
El empresario aún no ha hecho declaraciones públicas, pero ha convocado reuniones de emergencia con ejecutivos de xAI, Tesla Energy y Starlink. Según rumores, baraja dos opciones:
Reubicar parte del sistema a centros de datos de Tesla o SpaceX ya existentes.
Lanzar una ofensiva mediática contra los reguladores, acusándolos de bloquear la innovación tecnológica en EE. UU.
No sería la primera vez que Musk utiliza X (antes Twitter) para enfrentar públicamente a las autoridades, tachándolas de “burocracia antitecnológica”.
¿Está en riesgo el futuro de xAI?
Si no se resuelve pronto, el proyecto xAI corre el riesgo de quedar fuera de la competencia. Ya rezagado frente a OpenAI (GPT-4o), Google (Gemini) y Meta (LLaMA), perder su principal centro de datos sería un golpe casi letal.
Un analista de Morgan Stanley advirtió:
“Perder poder de cómputo es perder ventaja competitiva. Para Musk, esto sería una señal de alerta para los inversores.”
Conclusión: el mayor desafío de xAI hasta ahora
Lo que suceda con el “Dirty Data Center” marcará un antes y un después para xAI. Si Musk logra sortear la crisis, reforzará su imagen de resiliencia frente a la adversidad. Pero si el centro se cierra, podría convertirse en el primer gran fracaso de Elon Musk en inteligencia artificial.
En la carrera por liderar la nueva era de la IA, la infraestructura lo es todo. Y ahora, esa infraestructura cuelga de un hilo.