En medio de la controversia, Mike Tyson desestimó rotundamente los rumores de que su pelea con Jake Paul fue arreglada, afirmando que se trató de una pelea real y auténtica. “Nunca participaría en algo falso. Mi legado está en juego”, declaró Tyson con firmeza.
Jake Paul insinuó que Mike Tyson aceptó la pelea debido a problemas económicos, una afirmación que Tyson negó enfáticamente. “No estoy luchando por dinero; lucho porque amo este deporte”, respondió el ex campeón mundial.
La polémica se intensificó cuando surgió una supuesta filtración de un guion detallado del combate entre Tyson y Paul. Esto hizo que muchos fanáticos comenzaran a cuestionar la autenticidad del enfrentamiento, generando un torbellino de especulaciones en las redes sociales.
La marcada diferencia de edad entre los boxeadores, con Tyson de 58 años y Paul de 27, levantó sospechas y críticas generalizadas. Muchos consideraron que el combate era un intento publicitario más que una competencia deportiva legítima.
A pesar de las declaraciones de Jake Paul, el desempeño de Tyson en el ring mostró signos de fatiga y agotamiento, algo comprensible dada su edad y su tiempo alejado del boxeo profesional.
Los rumores de pelea arreglada pusieron en tela de juicio el legado de Mike Tyson, generando frustración y enojo en el legendario boxeador. “He trabajado toda mi vida para construir mi reputación. No permitiré que se manche con mentiras”, afirmó visiblemente molesto.
Se especula que Jake Paul podría enfrentar acciones legales por una posible violación de un acuerdo de confidencialidad, debido a sus insinuaciones sobre una pelea arreglada. Los abogados de ambas partes estarían evaluando la situación.
La controversia generada por esta pelea ha levantado serias preocupaciones sobre la credibilidad futura del boxeo como deporte. Los fanáticos esperan que las autoridades deportivas tomen medidas para preservar la integridad de este histórico deporte y evitar más escándalos en el futuro.