En el mundo del boxeo profesional, las rivalidades suelen definirse por sus legendarias trilogías. Trilogías famosas como la de Muhammad Ali contra Joe Frazier y la de Arturo Gatti contra Micky Ward han cimentado su lugar en el folclore del boxeo. Ahora, Tyson Fury parece decidido a crear su propia trilogía legendaria contra Alexander Usyk. Fury, que afirma haber sido víctima de un robo en sus dos enfrentamientos anteriores, ahora está convencido de que es necesaria una tercera pelea para ajustar cuentas de una vez por todas.
“Exijo una trilogía de Alexander Usyk”, exclamó Fury. “¡No he terminado, de ninguna manera!”. Esta declaración es la respuesta de Fury a lo que él ve como dos decisiones injustas que favorecieron a Usyk. Según Fury, una tercera pelea no es solo una pelea más, sino una búsqueda de justicia. Sin embargo, muchos fanáticos y analistas del boxeo son escépticos. Para ellos, el llamado a una trilogía parece un intento exagerado de venganza más que una contienda digna. La insistencia del Rey Gitano en una tercera pelea a pesar de dos derrotas decisivas ante Usyk plantea preguntas sobre su estrategia y lo que realmente le queda por demostrar.
La rivalidad comenzó con la intención de Tyson Fury de vengar su derrota contra Usyk en su enfrentamiento inicial, una historia que continuó en su muy esperada revancha. A pesar de su confianza y preparación, Fury se quedó corto una vez más. Las puntuaciones de la segunda pelea (116-112 en las tarjetas de todos los jueces) dejaron en claro que Usyk fue el peleador superior en esas noches. Este claro resultado ha llevado a muchos a preguntarse si un tercer combate cambiaría algo o si terminaría de manera similar.
Frank Warren, promotor de Fury, enfatizó que una trilogía no es solo una posibilidad contractual sino una necesidad si Fury logra derrotar a Usyk en la posible revancha. “Una pelea de trilogía entre Fury y Usyk está pactada y pase lo que pase, ese sería el caso si Tyson gana”, afirmó Warren. Esto ilustra las intrincadas negociaciones detrás de los combates de boxeo de alto riesgo donde las revanchas y las posibles trilogías a menudo se planifican de antemano para maximizar los ingresos y el interés de la audiencia.
La búsqueda de redención de Fury no es sólo personal. Representa una narrativa más amplia que se ve a menudo en los deportes: el héroe caído que busca recuperar su gloria. “Quiero mi venganza”, declaró Fury varias veces, haciéndose eco del sentimiento de un hombre centrado exclusivamente en corregir un error percibido. Cree que sus derrotas fueron el resultado de tecnicismos y no reflejan su verdadera destreza. Insiste: “Si Usyk hubiera ganado de manera justa, habría aceptado mi derrota con humildad”.
Pero el camino hacia la redención está plagado de desafíos. Si Fury volviera a perder, podría empañar su ilustre carrera, marcada por un récord invicto antes de enfrentarse a Usyk. Una victoria en la trilogía, por otro lado, consolidaría su legado y tal vez validaría sus afirmaciones de haber sido derrotado injustamente.
Desde la perspectiva de Usyk, aceptar una tercera pelea es un riesgo. Si bien Usyk ya triunfó dos veces, una tercera pelea presenta el riesgo de perder su récord invicto, que es crucial para el legado y las oportunidades futuras de cualquier atleta. La actitud de Usyk después de la pelea ha sido de confianza mesurada. “Gané, gracias a Dios”, comentó. Su actitud tranquila y su respeto por el deporte contrastan marcadamente con la retórica encendida de Fury.
Además, Usyk tiene otras oportunidades urgentes. Las conversaciones sobre un enfrentamiento indiscutible con peleadores como Daniel Dubois o Joseph Parker son posibilidades tentadoras que podrían elevar aún más la posición de Usyk en el mundo del boxeo. Tanto Dubois como Parker presentan nuevos desafíos y narrativas, lo que podría ofrecerle a Usyk un tipo de prestigio diferente al que le otorgaría otra victoria sobre Fury.
Mientras Fury exige su trilogía, otros contendientes están haciendo valer sus derechos. Daniel Dubois es uno de esos peleadores, habiendo interrumpido audazmente la entrevista posterior a la pelea de Usyk para exigir una revancha para su pelea en agosto de 2023. Dubois, quien perdió ante Usyk en lo que él cree que fue un incidente controvertido de golpe bajo, está ansioso por tener otra oportunidad contra el campeón ucraniano.
La disposición de Usyk a enfrentarse a Dubois nuevamente demuestra su disposición a enfrentarse a rivales legítimos. “Sí, no hay problema. Estoy listo”, afirmó Usyk, señalando su disposición a enfrentarse a cualquier peleador que tenga un reclamo legítimo. Esto resalta aún más la gran cantidad de caminos que Usyk puede tomar además de una trilogía con Fury, lo que podría crear una división de peso pesado dinámica y diversa.
Una revancha con Dubois sería ciertamente intrigante. Dubois ha sido muy franco sobre lo que percibe como un robo durante su encuentro anterior. Afirmando repetidamente: “Quiero mi venganza”, Dubois espera rectificar lo que él y su equipo creen que fue una decisión injusta de los árbitros con respecto al golpe bajo. Si se llevara a cabo una revancha, aportaría claridad y posiblemente ajustaría las cuentas entre los dos.
Fury se encuentra en una encrucijada. Si logra una revancha y, en última instancia, una victoria en la trilogía contra Usyk, su historia de redención estará completa. Sin embargo, una tercera derrota consecutiva podría tener repercusiones significativas. “Puedo pelear con todo mi corazón”, dijo Fury, reflejando un sentimiento compartido por muchos atletas que enfrentan el ocaso de sus carreras.
Curiosamente, Anthony Joshua, otro gigante de la escena del boxeo británico, ha estado esperando entre bastidores, sopesando sus opciones en función de los resultados de otras peleas cruciales. Eddie Hearn, el promotor de Joshua, ha insinuado que un enfrentamiento Fury vs Joshua podría estar en el horizonte. “La realidad es que solo hay una pelea para Tyson Fury y esa es Anthony Joshua”, mencionó Hearn. Una pelea así sería, sin lugar a dudas, una de las más importantes en la historia del boxeo británico, atrayendo una inmensa atención y generando ingresos significativos.
El sentimiento público juega un papel crucial a la hora de definir qué combates se concretan. Los fanáticos están profundamente divididos; algunos piden la trilogía, admirando el espíritu imperecedero de Fury. Otros creen que es hora de nuevos enfrentamientos que involucren a otros peleadores de primer nivel en la división de peso pesado. La incertidumbre en el futuro de Fury, junto con la naturaleza dinámica del panorama del boxeo, garantiza que nada esté escrito en piedra.
La saga entre Tyson Fury y Alexander Usyk está lejos de terminar, si Fury se sale con la suya. Sus insistentes súplicas de una trilogía reflejan no solo un deseo de venganza, sino también una necesidad más profunda de validar su sagrada carrera. Por otro lado, Usyk está preparado, listo para defender sus títulos contra contendientes legítimos o avanzar hacia nuevos desafíos. Los fanáticos del boxeo en todo el mundo esperan con ansias lo que depara el futuro para estos dos gigantes del deporte. Ya sea una trilogía Fury-Usyk o nuevos enfrentamientos que involucren a otros contendientes de peso pesado, el futuro promete ser tan emocionante e impredecible como los combates que nos han traído hasta aquí.
Para los entusiastas del boxeo, esta imprevisibilidad es lo que hace que el deporte sea tan cautivador. Mientras los boxeadores, los promotores y los fanáticos navegan por los próximos pasos, una cosa sigue clara: el drama en la división de peso pesado está lejos de terminar. Con posibles enfrentamientos entre Anthony Joshua, Daniel Dubois y Joseph Parker, el camino por delante está lleno de oportunidades tanto de gloria como de redención. La única pregunta que queda es quién aprovechará su momento en el centro de atención.