En una declaración explosiva que ha sacudido tanto el ámbito político como el tecnológico, Peter Navarro, exasesor económico del expresidente Donald Trump, ha lanzado una crítica fulminante contra Elon Musk, el multimillonario detrás de Tesla, SpaceX y X (antes Twitter). En palabras directas, Navarro lo calificó de “nada más que un ensamblador de autos con mucho ego”.

Una afirmación que no solo ha generado miles de reacciones en redes sociales, sino que también ha desatado un nuevo debate sobre el verdadero papel de Musk en la escena global.
Una crítica sin filtros
Durante una entrevista transmitida en vivo en un canal conservador de EE. UU., Navarro respondió a una pregunta sobre el creciente poder e influencia de Musk en temas como la tecnología, la política y la defensa nacional. Sin titubear, lanzó:
“La gente actúa como si Elon fuera un visionario. No lo es. Es solo un ensamblador de autos eléctricos que juega a ser importante en Twitter. Nada más.”
Estas palabras causaron un verdadero terremoto mediático. Mientras algunos celebran la franqueza de Navarro, otros lo acusan de minimizar de forma intencionada las múltiples contribuciones de Musk a la innovación global.
¿Y SpaceX, Neuralink, Starlink?
Reducir a Musk únicamente a su rol en Tesla omite sus otros logros significativos:
SpaceX ha revolucionado la industria aeroespacial y trabaja con la NASA.
Starlink proporciona internet en zonas remotas e incluso en zonas de guerra como Ucrania.
Neuralink investiga la interfaz cerebro-computadora con avances prometedores.
Por tanto, llamarlo solo “ensamblador de autos” ha sido visto por muchos como una falta de respeto no solo a Musk, sino a todos los ingenieros, científicos e innovadores que trabajan en sus empresas.
Reacciones inmediatas
No pasó ni una hora antes de que el hashtag #JustACarAssembler (SoloUnEnsambladorDeAutos) se volviera tendencia en X. Figuras públicas, influencers y expertos del sector tecnológico reaccionaron con memes, sarcasmo y respuestas contundentes.
Algunos lo tomaron con humor; otros, con indignación. Especialmente los seguidores de Musk, quienes defendieron su papel como uno de los grandes catalizadores del cambio tecnológico en el siglo XXI.
Un ataque con fondo político
Analistas creen que esta crítica forma parte de un conflicto más amplio. Musk, que alguna vez fue admirado tanto por demócratas como republicanos, se ha vuelto una figura incómoda para ambos lados del espectro político.
Aunque ha criticado a Joe Biden y a los demócratas, tampoco ha mostrado lealtad abierta hacia Trump, lo cual incomoda a figuras como Navarro, que buscan mantener control sobre la narrativa política conservadora.
Elon Musk guarda silencio… por ahora
Curiosamente, Elon Musk aún no ha respondido directamente. Pero quienes lo conocen saben que rara vez se queda callado ante críticas públicas. Muchos esperan una reacción sarcástica, un tuit mordaz o incluso algún gesto más provocador.
En el pasado, Musk ha sabido convertir ataques en oportunidades de marketing — no sería raro ver camisetas con la frase “Just a Car Assembler” a la venta mañana mismo.
¿Consecuencias para Musk?
Es poco probable que las palabras de Navarro tengan un impacto financiero directo. Pero sí reflejan una división creciente entre el mundo político tradicional y la nueva élite tecnológica liderada por Musk.
¿Es este el comienzo de una campaña de desprestigio? ¿O solo una pataleta de una figura política que se siente eclipsada por la popularidad del empresario?
Conclusión: más que un insulto
Lo que parece una simple frase despectiva es en realidad un reflejo de un conflicto más profundo entre dos mundos:
El de la vieja política, cerrada, controlada, institucional.
Y el de la nueva tecnología: disruptiva, impredecible y con figuras como Musk que no siguen ninguna regla.
Si Elon Musk es “solo un ensamblador de autos”, entonces es probablemente el más influyente de la historia moderna.