En una revelación que ha encendido el debate en los mundos del tenis y la moda, el CEO de Lacoste, Thierry Guibert, ha roto finalmente su silencio sobre el polémico contrato entre la marca y la leyenda del tenis Novak Djokovic — un acuerdo que supuestamente incluye una cláusula de multa de 50 millones de euros si el serbio no usa ropa de Lacoste durante los Juegos Olímpicos.
En su primera declaración pública desde que surgió la controversia, Guibert pronunció ocho palabras que ahora resuenan en todo el deporte internacional:
“Novak conoce el trato. Nos mantenemos firmes.”
Estas palabras, breves pero contundentes, confirman lo que hasta ahora eran solo rumores: que el contrato con Djokovic contiene cláusulas estrictas de cumplimiento, incluso en eventos internacionales como los Juegos Olímpicos, donde los deportistas suelen vestir uniformes nacionales o tienen compromisos con otros patrocinadores.
Una cláusula contractual explosiva
El acuerdo entre Lacoste y Djokovic, firmado en 2017 y renovado en múltiples ocasiones, es uno de los patrocinios más destacados del tenis. A diferencia de otros contratos que ofrecen flexibilidad durante eventos internacionales, fuentes cercanas afirman que el contrato de Djokovic exige exclusividad total en cuanto a la ropa que viste durante competiciones televisadas.
La cláusula en cuestión establece que si Djokovic no lleva prendas de Lacoste durante un partido oficial en los Juegos Olímpicos, podría enfrentar una penalización de hasta 50 millones de euros. Aunque la cifra parece descomunal, expertos señalan que refleja el valor de imagen que Djokovic representa para Lacoste a nivel global.
El conflicto tomó fuerza esta semana cuando circularon rumores de que Djokovic consideraba usar un uniforme diferente al de Lacoste en representación de Serbia, debido a acuerdos con nuevos patrocinadores nacionales.
Guibert se mantiene firme: mensaje claro al mundo deportivo
Aunque la declaración del CEO fue breve, analistas creen que su objetivo fue enviar un mensaje contundente: Lacoste exige el cumplimiento estricto de sus contratos.
“Esas ocho palabras son poderosas,” explicó Camille Fournier, analista de marketing deportivo. “Al decir ‘nos mantenemos firmes’, Lacoste deja claro que ni siquiera una leyenda como Djokovic está por encima del acuerdo firmado.”
Hasta ahora, la marca no ha confirmado si existen negociaciones en curso para resolver el conflicto. Djokovic tampoco ha hecho comentarios públicos.
Reacción de los fans: “Déjenlo representar a su país”
Los seguidores de Djokovic han inundado las redes sociales con mensajes de apoyo. Muchos consideran que representar a su país en los Juegos Olímpicos debe estar por encima de cualquier contrato comercial.
“Si Novak quiere vestir los colores de Serbia, debería poder hacerlo sin miedo a sanciones,” escribió un aficionado en Twitter, generando miles de reacciones en pocas horas.
Algunos expertos advierten que, si Lacoste aplica la penalización, la marca podría sufrir un daño a su reputación entre los seguidores del deporte que valoran el patriotismo por encima del marketing.
¿Y ahora qué?
Con los Juegos Olímpicos de París 2024 a la vuelta de la esquina, el tiempo se agota. Djokovic aún no ha confirmado cuál será su atuendo, pero fuentes cercanas a la Federación Serbia de Tenis aseguran que se están llevando a cabo negociaciones discretas entre todas las partes involucradas.
Por su parte, Lacoste parece decidida a hacer cumplir el contrato, pase lo que pase.
Una cosa es segura: esto va mucho más allá de una camiseta. Es una batalla entre contratos millonarios, orgullo nacional y la lealtad en el deporte moderno.