Carlos Alcaraz ha encendido la polémica en Monte Carlo con unas declaraciones provocadoras que han sorprendido incluso a sus propios seguidores. Antes de enfrentarse a Arthur Fils en la semifinal del Monte Carlo Masters, el joven tenista español afirmó con una actitud claramente altiva: “Voy a aplastar a Fils en la cancha. No será un reto.”
Estas palabras, cargadas de arrogancia, no pasaron desapercibidas y rápidamente comenzaron a circular por redes sociales y medios deportivos. Muchos aficionados y expertos del tenis criticaron el tono prepotente del murciano, acusándolo de perder la humildad que hasta ahora lo había caracterizado.

La reacción no tardó en llegar. Arthur Fils, lejos de dejarse intimidar, respondió con serenidad pero firmeza en rueda de prensa, diciendo que “en la pista no hablan las palabras, sino el juego”, ganándose así el respeto del público.

Pero la mayor sorpresa vino del propio entorno de Alcaraz. Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, se vio obligado a intervenir públicamente ante la creciente controversia. “Carlos es un jugador joven y apasionado, pero debe recordar que el respeto hacia los rivales es fundamental en este deporte. No se puede caer en la soberbia,” declaró Ferrero con un tono serio y directo.
Ferrero, quien ha sido una figura clave en la formación y madurez de Alcaraz, quiso dejar claro que estas actitudes no representan los valores que él intenta inculcar en su pupilo. “Ganar es importante, pero más lo es cómo se gana. La confianza no debe confundirse con la arrogancia”, añadió.
El episodio ha dejado una mancha en la imagen pública de Alcaraz, que hasta ahora era visto como un joven humilde y con gran proyección. Su comportamiento en los próximos días será clave para saber si toma esta advertencia como una lección o si continúa por un camino que podría perjudicar su reputación en el mundo del tenis.
Por ahora, el duelo contra Fils promete ser no solo una batalla deportiva, sino también una prueba de madurez para Carlos Alcaraz.