Graham Hancock cree que los humanos avanzados fueron exterminados hace 12.000 años, mientras que Sitchin afirma que los Anunnaki, una raza extraterrestre, llegaron a la Tierra hace 500.000 años.

Hancock cree que existió una gran civilización mucho antes de la antigua Mesopotamia, Babilonia y Egipto. Cree que esta civilización fue destruida por un cometa hace unos 12.000 años, borrando casi toda evidencia de ella.

Sin embargo, cree que aún quedan algunas pistas, incluyendo una advertencia de que un desastre similar podría volver a ocurrir. Comparte esta idea en su libro “Magos de los Dioses” (2015).
Por otro lado, Zecharia Sitchin afirmó que los Anunnaki eran en realidad una raza de seres extraterrestres del planeta desconocido Nibiru, que llegaron a la Tierra hace unos 500.000 años para extraer oro. Según Sitchin, los Anunnaki modificaron genéticamente al Homo erectus para crear humanos modernos que trabajaran como sus esclavos. Sitchin afirmó que los Anunnaki se vieron obligados a abandonar la Tierra cuando los glaciares antárticos se derritieron, lo que provocó el Diluvio Universal, que también destruyó sus bases terrestres. Estas tuvieron que ser reconstruidas, y los Nefilim, necesitando más humanos para ayudar en este esfuerzo masivo, les enseñaron agricultura.

Hancock cree que Göbekli Tepe en Turquía, con sus enormes pilares de piedra, muestra evidencia de que los pueblos antiguos, incluso antes de que tuviéramos grandes civilizaciones, eran capaces de desarrollar habilidades avanzadas. Cree que esto significa que hubo civilizaciones desconocidas hace miles de años, posiblemente enseñando a otros. Sin embargo, algunos argumentan que esta idea es demasiado simplista. Señalan que Göbekli Tepe era un lugar religioso, no una ciudad, y no hay evidencia de actividades cotidianas como la agricultura, herramientas de metal, escritura o cerámica, que sí poseían civilizaciones posteriores.
A pesar de años de investigación, Hancock no ha encontrado pruebas suficientes para convencer a los arqueólogos de que es necesario modificar la cronología habitual de la historia humana. Cree que la ciencia convencional solo acepta cambios lentos y graduales y no puede considerar grandes eventos catastróficos.